Inauguramos un nuevo año, que
como todos los principios de algo nuevo, son buenos.
-Que el sentido común se apodere de los que no lo tienen.
-Que la honradez melle las perversas mentes que nos están perjudicando.
-Que la vergüenza, siempre vaya delante de la sinvergüenza.
-Que el amor ni mate ni hiera.
-Que el esfuerzo sirva para vivir y no para sobrevivir.
-Que la amistad sea de verdad, de la era verdadera…pin pon fuera.
-Que las buenas personas sigan siendo personas.
-Que hambre siempre vaya precedida de sin.
-Que sufrir sea simplemente un verbo.
-Que el significado de felicidad se contagie en todas las personas.
-Que todo el mundo consiga ser lo que quiera, sin perjudicar a nadie por ello.
Tras descorchar varias botellas de cava… incontables abran sido los brindis demandando al nuevo año prosperidad, salud, paz y amor, trabajo o acertar la lotería.
Quizá un buen deseo sea no perder
la ilusión, las formas o la actitud positiva. Cada uno sabrá lo que ha pedido y
cada cual ya se irá enterando de si lo que ha demandado, coincide con lo que
pidió en su brindis. No se pueden canjear los deseos unos por otros a la ligera.
Como fuera, espero que aunque
poco a poco, se vayan cumpliendo y que de alguna manera nos sintamos un poco
más felices.
Todo cambia y avanza sin pedir
permiso, con la misma prisa o lentitud que siempre, pero sin ni un segundo de
pausa. La vida nos mece en su regazo de forma continua al antojo del mañana y a
la apetencia del presente.
Amamos con el sentimiento de
creer que sabemos por qué y creyendo en los motivos por los cuales nuestro amor
lo merece la persona o personas a las que se lo entregamos. Una cantidad
insuficiente de cariño perjudica seriamente la salud. Una cantidad abundante de
un mal querer, aún la perjudica más.
Yo espero seguir siendo yo, y
poder continuar disfrutando de lo que me gusta.
Feliz año 2015 a todos…
Lorenzo López