Un mañana sin más, recibes una
llamada para presentarte tal día a tal hora, en un lugar concreto, para
realizar una entrevista de trabajo. O mejor dicho, la entrevista de trabajo.
Tras haber mandado más de mil
currículum vítae, a tantas ofertas como encuentras, te das con un canto en los
dientes si recibes una sola llamada donde te citen para hacer una entrevista
para cubrir una plaza.
Este amigo mío, al que llamaré “JAVI”,
me contó la historia de su entrevista de trabajo y con su permiso, la voy a
compartir con vosotros.
Javi siempre se levantaba con la
ilusión de que le llamarían para empezar a trabajar. Cada día se esforzaba para
estar alegre y transmitir felicidad, porque parece ser que alguien le dijo que
era mejor así. Y en eso estoy de acuerdo.
Una mañana, ya con las tareas
hechas, inconscientemente, esperaba esa llamada. Aunque él no lo sabía, estaba
a punto de recibirla. Se levantó de la silla del escritorio para ir al baño. Justo
en ese momento sonó su móvil… lástima que no lo tenía encima. Mientras apretaba
con fuerza para terminar lo antes posible, aquel teléfono no dejaba de sonar. Era
como si le estuviera diciendo cógeme, cógeme… en fin que cuando parecía que
había terminado, se limpió y salió del WC como un rayo. Pero la llamada ya se
había cortado… mierda!!! y nunca mejor dicho.
Javi se sentó en el sofá sosteniendo
en móvil en su mano derecha. Tenía esperanzas de que volvieran a llamar. Cuando
ya había pasado una media hora y no llamaban, Javi buscó la llamada perdida y
pulsó la tecla verde. Llamando… Tras varios tonos y cuando estaba a punto de colgar,
una voz femenina contestó. – ¿Diga…? Javi, algo nervioso se presentó y de
carrerilla le comentó que hacía unos minutos que le habían llamado para una
entrevista de trabajo, y no pudo atender el teléfono. Parece ser que no quería
decirle que estaba cagando cuando llamaron… (Quizá Javi piensa que aquella
señorita de voz dulce, caga de memoria…)
La cuestión es que Javi, hizo una
pausa, con intención de escuchar que decía la nena, y entonces esta se
pronunció. Dígame su nombre completo y su número de celular… Hostia!!! Cuando me
explicaba la historia y escuché que aquella señorita de había pedido el número
de su “celular”, quise preguntarle el nombre de la empresa…pero no lo hice,
esperé.
Total que Javi le dio el número y
nombre completo y estuvo atento a su móvil, porque le habían dicho que le
llamarían en breve. No sé cuánto tiempo es “en breve…” pero Javi parece ser que
estuvo esperando más de hora y media a que lo volvieran a llamar.
Por fin sonó el teléfono, pero
aquella voz dulce de nena sudamericana ya no estaba al otro lado del “celular”.
Le contestó un tipo, que debería ser paisano de la nena. El acento era parecido,
su voz no tenía timbre… era como una imitación barata de Clint Eastwood. El tío fue al grano. Le dijo cuándo
y dónde se tenían que ver para hacer la entrevista de trabajo.
Javi con más ilusión que nervios…
o mejor dicho, a partes iguales, llamó a sus padres para explicarles,
simplemente que le habían llamado de no sabía dónde, ni quien, ni por qué, para
quedar en un sitio al día siguiente y hacer una entrevista personal. En teoría
para trabajar.
Como es normal, su padre le
preguntó el nombre de la empresa… Javi no vaciló, y le contestó… tranquilo papá
que esto tiene que ser algo gordo, porque son extranjeros, de eso estoy seguro.
Y así fue como Javi, se quedó a gusto…
y como a su padre casi le da algo…
Por fin llegó el día D.
Javi se presentó unos minutos antes
de la hora señala. Aquel tipo estaba sentado en una mesa del bar. Rodeado por
un par de botellas de agua, una carpeta cerrada y una bolsa papel de color
negro. Javi se acercó, saludó y se sentó. El señor ronco… le postró la carpeta
abierta por el inicio de lo que sería una gran mierda… con una sonrisa más
falsa que las monedas de chocolate, le dio la bolsa como si fuera un regalo. Otra
gran mierda… Javi pasó un par de páginas de aquella carpeta con una mano,
mientras con la otra, rebuscaba dentro de la bolsa negra. Al final tuvo que
usar las dos manos para sacar el contenido… era un lote de productos dietéticos
acompañados por un manual. (No sé si explicaba como tomarlos o bien consejos
para joder a otros…) la cuestión fue que en el rostro de Javi se había dibujado
una súper sonrisa, estaba convencido de que aquello era la oportunidad de su
vida para labrarse un futuro digno. Tiene cojones la cosa…
Javi siguió pasando páginas de
aquella carpeta usada… hasta que llegó a las últimas hojas. Concretamente las
dos últimas.
Por orden:
PENÚLTIMA: después de haber leído
esta guía y estar de acuerdo con todo lo que se nombra en ella, escriba su
nombre completo, DNI y firme aquí.
_______________
ÚLTIMA: tras haber firmado esta
guía-contrato y aceptar todos los términos y el pedido inicial, se le solicita
un importe de 99.99 euros. Que podrá abonar en efectivo ínsito o bien por Paypal accediendo desde su propio celular a
nuestra web.
Javi estaba flipando… igual que
yo cuando me lo contó. INCREÍBLE!!!
Hay que joderse… encima que te
engañan, aún te mandan un pedido, que no has pedido, de unos productos
dietéticos que no sabes de donde han salido, ni la marca, te suena de ser
blanca. Después te lo cobran como si nada… cabrones… puede pagar en efectivo
ahora mismo… hostia puta!! Pero que cara más dura.
Mi amigo…Javi, al final ni firmó
ni pagó, porque por suerte, ni llevaba tanto efectivo, y su visa… bueno digamos
que no tenía… ancho de banda.
Espero que esta historia verídica,
no sólo os haya divertido, si no que os sirva como anécdota para futuras
entrevistas de trabajo.
Lorenzo López