La vida en ocasiones nos invita a
otra ronda. Lo difícil en muchas de ellas, es saber cuántas podremos aguantar. Lo
motivos por los que invita, creo que cada uno sabrá los suyos.
La cosa está en que lo que te dé
te guste. Aunque algunos dirán aquello de… “A caballo regalado, no le mires el dentado”
Pero qué coño, si está bien mejor. Porque si no, es como si los que gobiernan
este país, renuevan poderes y aún con el mismo dentado tenemos que apechugar con ellos. Por cierto recuerdo un
refrán que dice así. “A la corta o a la larga cae el burro con su carga”. Lo podría dibujar, pero me quedado sin
lápices de colores, el pedido de ALPINO no
me ha llegado a tiempo…
Las rondas, por cierto, también
hay que pagarlas como sea. Bueno, lo mejor es con euros. Aquello de los
favores, en estos tiempos, suelen salir más caros que nunca. A más uno le cuesta la amistad. Así que mejor hacerlos a cambio de nada, sea por
cariño, por afecto o por lo que a uno le salga de los huevos. Volviendo a las
rondas y hablando de amistad, hay que ver lo que nos están jodiendo con el fútbol. Ahora
que muchos amigos volvían a quedar en el bar para ver el partido/partidazo, quedando entre 20 y 30 minutos antes y por ese
tiempo, aproximadamente, se generaba una tertulia amigable, llegando incluso a
olvidarse de los “móviles” por esos minutos. Lástima que ese “canal ambicioso” que controla un deporte
mundial, no haya pensado en esos momentos en que los amigos, en lugar de juntarse
en una mesa a mirar sus celulares, pueden mirarse a la cara unos a otros.
El dinero vuela como nunca. Hoy en
día poco es el dinero físico que vemos. Lo normal es ver demasiados ceros, e incluso
se escuchan esas cantidades de forma natural, como si fuera el cambio de un
café. No había visto tantos “ceros”
desde que iba al cole…
Estos días y con elecciones en
poco más de una semana, los políticos van como lobos a por sus presas. Prometen
como siempre. Se discuten por enésima vez. Salen trapos sucios… bueno, mejor
dicho documentos sucios, fracturas que nadie recuerda, contratos firmados que nadie
reconoce, notas para el compinche del compinche de alguien… en fin, mil
historias que algunos protegen bajo unos motivos que desconocemos, y otros que
usan para postularse como el remedio. De ahí que haya una y otra
ronda. Ahora sólo cabe esperar a ver si será de nuestro agrado.
Mientras tanto seguiremos atentos al móvil hasta media hora antes del partidazo para mirarnos a la cara, y hablar de otra cosa que no sea política, chanchullos, promesas, desempleo o miserias.
Mientras tanto seguiremos atentos al móvil hasta media hora antes del partidazo para mirarnos a la cara, y hablar de otra cosa que no sea política, chanchullos, promesas, desempleo o miserias.
Les deseo un momento feliz, sea
viendo un partido o haciendo ganchillo. Pero eso sí, sin móviles y mirándonos a
la cara sonriendo.
Lorenzo López.