Parece que la respuesta está
clara. Dos. Pero yo discrepo, porque llama más veces y sin conocimiento de
causa. Aprieta tantos timbres como le parece, tantos como le aguanta ese dedo
colorado. Yo creo que va cambiando de dedo… si son dos veces el timbre de cada
piso y toca entre 8 y 10 pisos, o sea 9, llama un total de 18 veces. Dicho de
otro modo. Si suenan 18 timbres, y algunos suenan de forma distinta a los
otros, sabemos que depende de la prisa que tenga el cartero, la rapidez de los
distintos sonidos de los timbres, puede llegar a ser una auténtica sinfonía. Lo
malo de todo es que siempre cuando pasa, y si estás en casa, seguro que te
pilla haciendo algo que no puedes dejar a medias.
Por ejemplo: si te pilla cagando,
no sé vosotros, pero a mí me cuesta poner mi culo en pausa para ir a contestar
al telefonillo. Otra posibilidad es que te pille en la ducha y enjabonado.
Joder, si ya uno se resbala sólo con agua, imaginaros con jabón en los pies…
buufff ostión. Así que yo tampoco me doy prisa por mucho que insista. Y vamos,
que no te pille durmiendo. Hay personas que debido a un horario especial en su
trabajo (mierda de curro) a medio día están durmiendo, así que si viene el
tocador de timbres, la primera vez quizá no le hagas caso. Pero ya la segunda,
la tercera, el timbre de al lado, el de arriba y la ostia en vinagre, te joden
vivo. Así que levantarte no te levantas, porque piensas, ya que me has jodido…
te jodes que no te abriré. Ahora bien, lo que sí haces es darle recuerdos a su
familia entera, incluyendo a los que yo no están y a los que vendrán… vamos que
una generación entera.
También están los que reparten
publicidad. Estos son los peores. A pesar de que hay carteles en la entrada
advirtiendo que no se desea publicidad en el bloque, y que además y por cortesía,
se coloca un buzón exclusivo para que se depositen sus pasquines fuera del
portal, justo al lado de los timbres. Pues bien, con todo y con eso estos tipos
siguen tocando el timbre para colarse dentro del portal y poder así llenar los
buzones de papeles de diferentes establecimientos con grandes ofertas. Se hacen
pasar por carteros cuando alguien les contesta tras la llamada. Los hay que
parecen que tengan un telefonillo inalámbrico en casa. Me parto y me mondo… o
sea que se hacen pasar por carteros…? Ole sus huevos, como les tenemos tanto
aprecio también. Publicidad, lo que es publicidad los carteros no traen, pero
facturas, recibos del banco, multas certificadas entre otras putadas, es con lo
que tan amablemente nos rellenan el buzón.
Hace muchos años, era diferente.
La gente escribíamos en papel, algunos quizá aún lo recuerden… sí… Bueno tenías suficiente con un trozo de
papel y un lápiz o boli. Luego en el estanco te vendían un sobre y un sello
de un cabrón… Más tarde cambió la foto y el precio, y pusieron la de otro
cabrón con escopeta… lo que no sabía este último es que sólo salía su cara. En
fin que en aquella época, podrías esperar una carta de la novia, tus padres,
primos, la abuela, amigos etc… y siempre que sonaba el timbre de casa, o bien
el picaporte, que normalmente era una mano que sostenía una bola (todo de
hierro macizo) y que según la cantidad de golpes, las cartas eran para un piso
u otro. O sea un golpe, al primero, dos al segundo, tres al tercero… y poco
más, ya que no solía haber bloques mucho más altos… vamos. Aquellos porrazos
molestaban mucho más que el sonido de los timbres, la diferencia es que podría
ser una carta que esperabas ansiosamente. Eso hacía que te levantaras y fueras
a atender al cartero. Te daba igual si estabas cagando…total el papel del
elefante rascaba tanto que se hacía violento limpiarse más de una vez. El jabón
en la ducha tampoco era mucho problema, normalmente te duchabas el domingo, y
ese día no había reparto. Y por el tema de los horarios de trabajo, no había
problema, siempre estaba la vecina dispuesta a coger las cartas por ti.
Normalmente la más cotilla… no sé por qué.
Antes los carteros eran
respetados por los ciudadanos. Ahora los mandas a la mierda y no rechistan
apenas… pero cuidaaaooo, que lo más probable es que no recibas tu correo a
tiempo ni para saber si tu ex banco
ya tiene otro nombre y otro dueño.
Ring ring….
Lorenzo López