Estamos rodeados de personajes,
que no son personas. De tipos irreales que sueñan con seguir amasando fortuna
sin importarles a quien le subastan el almuerzo. Tipejos que su máximo
positivo, se concentra en unas cuentas privadas… privadas para todo el mundo,
incluso para quienes se ganan la vida investigando el blanqueo de capitales, (y no me refiero a pintar Málaga), las
estafas, y cientos de trapicheos que solos no podrían lograr. Siempre hay
alguien que calla, firma o hace la vista demasiado gorda, (para esto ni el Afflelou).
Seguimos donando dinero para
combatir el hambre de las personas de todo el mundo. Incluido el nuestro. Niños
mal nutridos mientras otros pagan un Maître para que le pele la langosta. Y puestos…
una puta para que le pele lo que no suena. Niegan descaradamente haber estado
presentes en lugares donde han sido grabados, o en hoteles donde han firmado la
estancia de una o varias noches a más de 600 o 700 euros cada una, y por
individuo o “miembra”. Como algunas incultas pronuncian esta u otras palabras, que parece más un arrebato de sinceridad que un error. Confundir sanear
con saquear, es como errar diciendo... querer a tus semejantes y/o desearles la muerte.
Aquello que todos hemos oído
o dicho, en más de una ocasión… santa rita,
(la del caloret) lo que da no se quita… Coño rita, hasta una persona menos consciente
que tú, sabría distinguir entre un dicho popular y una puta costumbre, la de
hacer lo que quieras acogiéndote al refrán. Es que es de ser inútiles…eh? Y sumamos
y sumamos y sigue y sigue…, y la lista
es tan larga, que si fuera la de “Schindler” tendrían que hacer una saga
de por lo menos mil largometrajes para que salieran todos.
Aquello del ladrón de guante
blanco, ya pasó a la historia… ahora ni siquiera se lavan las manos después de
mear. Comen con desdén sabiendo que otros darían media vida por rebañar sus
sobras. Nos miran como si no tuviéramos derecho a sonreír. Como si fuera
insuficiente todo lo que aportamos para su vida de ostento y lujuria, de la
cual se llevarán a la tumba, no mucho más de lo que cualquiera de nosotros nos “podemos” llevar.
Creo que a la gran mayoría nos asusta
más lo que nos espera, que lo que han hecho hasta ahora. Nos preocupa demasiado
como tapar el fondo de nuestro plato, más que de qué llenarlo. Nos inquieta
enormemente la falta de consideración que nos tienen. Es como si supiéramos sus
mentiras de antemano. Como esa corazonada que nos golpea, para que nos demos
cuenta que algo se está cociendo en casa del mal cocinero y nos lo tendremos
que comer por cojones.
No hay nadie capaz de parar,
frenar u ordenar esta puta agonía que nos están haciendo tragar a la fuerza. Coño,
que parece más fácil vivir en la cárcel que sobrevivir fuera. Que llega un
punto en que no hay casi diferencia, vamos. Los buenos estamos rodeados de
tipos sin escrúpulos que nos engañan, y nos recortan más que el Cordobés. Que juegan
con nuestras lágrimas a ver quién cuenta más, mientras nos caen mejilla abajo. Que presumen de promesas que no van a cumplir
y ni siquiera cruzan los dedos. (cabrones...) Tipos que se mofan de todo y de todos. Algunos con
la cultura justa que dan unas sumas, para controlar el saldo de sus cuentas, y
sus libretas preferidas, las del banco. Irritantes y maleducados, absurdos
personajes que no saben dirigirse ni ellos mismos. Unos patriotas estúpidos que
falcan las esquinas del país con pedazos de nuestro esfuerzo diario. Irreverentes
donde los haya, descarados por derecho, enfermos de un sistema que sólo les
protege a ellos y a los suyos sin vara de medir. Para el resto existen prohibiciones
sacadas de la manga como el peor de los magos. Al que se le ve antes el truco
que el final del acto. Es como si nuestra vida fuera una baraja de cartas, y
ellos los crupieres barajando nuestras cartas boca arriba, y repartiendo al
antojo de su beneficio propio. Las bajas para el pueblo, excepto el as y las
altas, sota, caballo y rey…. (con presupuesto
incluido) que aún sin terminar la mano, ya estamos crucificados por al
menos cuatro anos… bueno, cuatro
años, la cuestión es que nos dan por el culo de todas formas.
La tortilla de patata (la española de toda vida), el sol, el jabugo, la cervecita, la barriguita, los
pinchos y las tapas, el descaro andaluz, el buen humor, la gracia castiza, la
gastronomía, el nací en el mediterráneo, els caragols a la llauna, la siesta, el aceite de oliva virgen, la fresa de Huelva, el tomate de Murcia,
la horchata, el marisco del norte, el pa amb tomàquet, los juegos olímpicos BCN '92, la
constitución, el euro, la UE, las vacaciones en Mallorca, en Peñiscola, en Benidor, en Torremolinos, las
almejas de carril, los caldos de la Rioja, de castilla la mancha, de la Ribera…,
la juerga, el mus, el cinquillo, la butifarra… los domingos a misa, el partido del sábado a la 22.00h, nuestros primeros besos, aquel baile donde rozarse
era para ponerse colorado. En fin, miles y miles de cosas que hicieron que España
fuera única. Con paisajes insólitos y monumentos de interés internacional que
forman parte del patrimonio de la humanidad… ¡CUIDADO con esto último...! patrimonio de la
HUMANIDAD. He buscado el significado de esta palabra, y en uno de los
resultados es “sensibilidad, compasión,
bondad hacia los semejantes” y es lo que precisamente falta en este país,
indistintamente del color y la forma del logo que usan para cubrirse.
Hemos sido referencia en muchos
sentidos. Tenemos universidades de prestigio en todo el territorio. Una de las
bibliotecas más importantes del país, la BNE en Alcalá de Henares. Tenemos catedrales
milenarias, monasterios con una historia en su haber que podría ilustrar al
mundo entero. La catedral de Burgos, la Sagrada Familia, la Básilica del Pilar,
La Seu Vella, el Faro de Vigo, el monasterio de Leyre, etc. etc… Nos baña un Atlántico estupendo que nos abastece de unos pescados y mariscos excelentes. Y como no, un Mediterráneo
espectacular que nos regala unas Costas lindas de verdad y llenas de sensaciones,
como las que escribe y comparte nuestro siempre querido Joan Manuel Serrat. Podemos
presumir de tener escritores célebres que cualquiera con una cultura media, envidia por doquier. Machado, Pío Baroja, García Lorca, Cervantes, Unamuno, Lope de
Vega, Valle Inclán o Galdós, Martí i Pol, Azorín, Bécquer, Joan Margarit, Alberti, Gongóra o Zorrila,
Espronceda o el mismísimo Juan Goytisolo, premiado con un Cervantes, máximo
galardón de las letras en lengua Castellana, ahí es nada, por ser uno de los
mejores narradores de la generación del medio siglo. Y todo esto no lo perdemos
apresuradamente por estar más pendientes de haber por donde nos aprietan… por
donde nos mechan, como a los pavos.
Me siento avergonzado de tener lo
que tenemos y casi que no nos permitan disfrutarlo. Hoy en día es más sencillo
adquirir un permiso de armas, que una beca de estudios. Incluso una entrada de
museo es más cara que un paquete de cigarrillos. Donde una botella de licor
suena mejor que unos versos de García Lorca. Donde elevan los importes de las
matriculas de universidades, de los libros y otros utensilios para la educación, poniendo así muchas trabas para que nuestros sucesores prosperen. Donde
la vergüenza se convierte en alma inculta a través del descarado ministro de
cultura inculto y enrevesado. Tipo que pide respeto a los estudiantes, cuando dudo de si sabe que significa. Me avergüenza pensar que nuestros mayores sudaron
las gotas más gordas que jamás sudará nadie, y que no está sirviendo para nada.
Ver como lo pisotean y les da igual todo a cambio de un buen puñado de
euros. Destruyen más que construyen. Engañan más que “el sigue probando” y mienten más que hablan.
Me apena ver como son
capaces de saquear un país entero
destruyendo parte del pasado y pronosticando un futuro menos bueno que una loto
sin sellar.
Me gustaría hacerles una
pregunta. ¿Cuánto vale nuestra historia y nuestro esfuerzo? Creo que ellos, los
miembros y miembras, ya les pusieron
precio en su día, pero sin tener en cuenta su VALOR.
Lorenzo López.