La teoría no es la práctica, y la práctica es lo que hace que la opinión
sea más fiable.
Ajustar esta cuenta así, sin más, parece complicado. La verdad es que
encontrar un whisky bueno y que puedas sacarle una raíz cuadra, también lo es.
El primer escrito sobre este licor data del 1404/5, cuando lo destilaban
unos monjes de la época. Realmente con poca seguridad se sabe el origen del
whisky. Yo particularmente, conozco a un tal señor Macallan, que con sólo
dieciocho años, ya sabe como conquistarte, y cuando le coges confianza, te aseguro
que lo tratas de tu.
A lo que íbamos.
Lo primero es el whisky y un par de copas de balón grandes. El hielo lo
pedimos, pero de momento no lo usaremos. Lo que no será difícil encontrar serán
dos voluntarios, por ejemplo tú mismo y un servidor, ya que ya…
Nos servimos la ración en ambas copas, hacemos el brindis típico y nos lo
hincamos de un trago…
Primer resultado. Cojonudo.
Visto lo bien que ha ido el primero, nos servimos otra copa, volvemos a
brindar. Posiblemente por lo mismo… y pa dentro.
Segundo resultado. Ostia… esto entra
de puta madre…
Tras la segunda copa de Macallan y aún con tiento como para no derramar ni
una gota, nos servimos la tercera copa de la noche.
Tercer resultado: Mecagüen la leche
nen… pero que bien sienta, como se nota que es bueno.
Ya con el tercero marinando en el estómago, nos servimos la cuarta copa y
esta vez ya sin brindis ni mariconadas, nos lo metemos como si nada. Veeenga!!!
Cuarto resultado: joer tío como mola
este güisqui, cada vez me siento más… guay pero guay. Miramos la botella y
ésta ya roza la reserva, y es cuando sacamos las cuentas de verdad.
El resultado final de la raíz cuadrada de un par de whiskys es:
Multiplica las copas por las
personas, dividiendo la botellas entre diez y multiplicando el resultado por
cuatro. A ese resultado le sumas el tiempo, los cacahuetes, las veces que has
ido a mear y aquella tía del final de la barra que era tan fea… y ahora está de
muerte.
Ese es el resultado final… una tajada
cuadrada.
Lorenzo López