Quien no ha hecho alguna vez una
fechoría, sea o no de fricción. Seguramente que en más de una ocasión, y muy
seguramente con más de una fricción
FECHORÍA: Mala acción. Desaguisado.
Confabulación.
FRICCIÓN: Roce entre dos cuerpos
en contacto. Frotación que se aplica a una parte del cuerpo. Desavenencia. Desacuerdo.
De: Preposición. Verbo dar
(conjugar)… Suele estar en el medio.
Hay malas acciones que en el fondo
no son tan malas. Podría decirse aquello de “el roce hace el cariño”. Una frotación aplicada en una parte del
cuerpo, por otra parte del cuerpo de otra persona, suele provocar calor. Mucho calor. En ocasiones
se han escuchado una serie de aullidos derivados de dichas fricciones, tentadas
por una serie de fechorías de proporciones parecidas y equivalentes. Aquí no es
cuestión de aplicar la lógica ni hacer reglas de tres, ni simples ni
compuestas. Parece que sí se recomiendan las operaciones especiales, eso siempre va bien, posturas y otras iniciativas de alcoba, ya que hay que sorprender y
eso. También se recomiendan los picantes, la canela en polvo,
el cava frío, (ya se calentará...) las fresas con nata, o la nata sin fresas… ya encontraremos algún lugar donde echarla. En cuanto a la “De”, es cuestión de dar y conjugar. Adivinar
e intentar acertar y seguir, y repetir, si hace falta.
Algunos piensan que para deshacer un
desaguisado, primero hay que guisarlo. No saben el qué, pero hay que deshacer
lo hecho. Otros ni siquiera piensan, por eso no lo entienden.
Por esa misma norma, deshacer un
desacuerdo tiene que ser para volverte “loco”.
¿Cómo se deshace una desavenencia?
Es como un retorno en Góndola… ufff!! No sé.
Si alguien hiciera una fricción
de fechoría ¿sería lo mismo pero empezando por el final feliz? Hay muchas maneras de
hacer fricciones, la más común la conocéis. Recuerdo una ocasión en que me puse
hacer fricciones… no llegué a nueve. Eran muchas para una sola noche.
Hay encuestas que recuentan
acciones que la gente hace, dice, o dice que hace, que no es lo mismo. La cuestión
es que tras los estudios, esas estadísticas nos explican muchas cosas.
Algunos dicen que se friccionan
con 9 de cada diez personas que conocen al mes. Otros dicen que se friccionan
con 7 de cada diez personas que conocen a la semana. Algunos dicen que se
friccionan con 5 de cada diez personas que conocen al día. Y otros dicen que se
friccionan con 3 de cada diez personas que conocen cuando las conocen. Y sólo 1 de cada diez
reconoce que se fricciona con otras personas, sea cuando sea al precio que sea.
Algunas estadísticas nos revelan
que hay más fechorías que personas. Así que tocamos a más de tres coma setenta y dos fechorías por
persona. Con lo cual si las estadísticas no engañan, es que dicen la verdad.
Hay estudios que dicen que las
fechorías femeninas, son menos masculinas. Hay estudios que dicen que no
deberías hacerlas. Y hay estudios que dicen que si deberías practicarlas. Hay estudios
que estudian cómo estudiar a las personas, y hay personas que estudian la forma
de friccionarse hasta que arda Troya, si hace falta.
Cualquier fechoría hecha con
alegría, merece la recompensa adecuada. Con lo cual creo que sería algo así. Ni
hagas todo lo que dicen, ni dizas
todo lo que hagan. Friccionate a tu ritmo.
Haced Fechorías de Fricción, siempre
que sea posible, dejad de escuchar o leer estadísticas. Dejad de avergonzaros y
friccionaros con alegría, con entusiasmo y con nata sin fresas, con pasión, con
avaricia y chocolate, con ganas de repetir, conjugando el dar y el recibir. Si no hay cava
frío, manzanilla caliente y si no hay canela en polvo, sin canela, y si no hay
picante, se pica.
FdF con final siempre, siempre feliz.
Lorenzo López