De toda la vida a habido profesiones
y profesionales. Oficio con beneficio y arte que admirar. Unas manos que eran
capaces de hacer un canasto de mimbre en dos tardes. Unas castañuelas con maderas
autóctonas, encina, roble, cerezo, ciruelo, fresno o brezo. Hasta tengo
entendido que se han hecho castañuelas con madera de botas de vino. Antes se
cultivaba de forma manual, y todo era más ecológico… sin duda alguna. Se hacían
botijos de barro que refrescaban un agua transparente y limpia. Antes la cocina
era de hierro fundido y se guisaba con leña. Antes era antes y ahora en muchas
cosas vamos tarde. Antes se hacían cosas que, no es que estuvieran de moda,
sino que eran útiles, eficaces y casi eternas.
Un huevo frito no es tan fácil
como algunos se creen. La mayoría habréis escuchado aquello de… “no sabes ni freír un huevo”. Pues es cierto,
porque freír un huevo con puntilla,
no es tarea fácil. Personalmente los he visto rotos, estrellados (algunos
literalmente), al plato, revueltos, con jamón, con patatas y hasta he visto chorizos comiendo huevos a dos
carrillos.
Las modas pasan de moda tan
rápido como cuesta poner otra en marcha. Hoy se fabrican millones de cosas por
hora, sin pensar en nada más que en las cantidades Vs beneficio. Cualquier abuelo
de cualquiera de vosotros que estáis leyendo, seguro que sabía hacer algo con
sus manos. Algo artesano puro, algo que merecía la pena construir sin medir ni
el tiempo, ni el beneficio, simplemente la durabilidad y el satisfacción
personal.
Porque no es de profesional,
pensar que por serlo, lo que se diga va a ir misa. No es profesional prometer lo
que no vas a cumplir (políticamente mintiendo, me refiero). No es profesional
pensar por los demás. No lo es cuando te crees tan bueno, y no eres capaz de
enseñar lo que sabes (Si tan bueno eres, no entiendo el temor de enseñar). No es
profesional ser quien no eres. Ni lo es ni lo será.
Hoy venden rosquillas con el
mismo nombre de más hace 40 o 50 años. Envases de uno, de dos y lotes de
cuatro, de seis o incluso de ocho. La diferencia es el sabor, el olor y otros ingredientes. Hasta han cambiado el
tamaño del agujero, ahora es más grande. Antes no te entraba el dedo meñique, ahora
casi entran dos dedos.
Hay funcionarios que funcionan
como buenos profesionales, y malos funcionarios que no han funcionado nunca. Hay
propuestas válidas sin validar y presupuestos inválidos aprobados antes de
llegar. Hay algunos profes pelmas que
no se enteran y estudiantes inteligentes
que derrotarían al presidente. Hay profesiones profesionales y hay otros sin
definición conocida.
Hay profesionales que salvan
vidas y se entregan por los demás. Y los hay que matarían por un puñado de Dólares...
Hoy en día levantarse a por agua
del grifo, para muchos es un esfuerzo tal, que prefieren pasar sed. Hay quien
se cree listo y jamás ha leído entero ni un whatsapp de más de cuatro o más
líneas seguidas (estos son los del grupo
que prefieren las fotos…). Los hay que visten de marca que les marca el
cerebro, y los hay que no entienden la diferencia entre cerca o lejos. Porque es
curioso que algunos se acercan desde la distancia para pedirte que le apoyes. Y
pasado ese periodo se alejan, que es cuando más cerca deberían estar de las
personas, incumpliendo todo aquello que prometieron y que en su subconsciente
flota como una mierda en charco.
Sinceramente hay muchos
profesionales, pero siguen faltando personas que en su pecho les lata un
corazón, y no una zambomba.
Lorenzo López