Lectura de Elena

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lectura de Elena

jueves, 25 de diciembre de 2014

Discurso de Navidad

No es cuestión de orgullo, y en cuanto a la satisfacción dependerá de las cosas de provecho que hayas hecho.

Este año no sólo a cambiado el discurso, también cambiaron al rey. Eso no quiere decir que vaya a ser peor, pero tampoco nos asegura nadie que sea mejor. De momento a lo largo de este año, se han sucedido una serie de acontecimientos que bien merecían una atención más responsable y seria por parte del hermano mayor, que ahora es quien lleva la corona y el cetro.

Muchos pensarán que el rey no hace o deshace lo que la política trajina. Pero por el amor de Dios, si alguien con poder, que dirige un país, que su imagen es la imagen de España, no entiendo como ha podido permitir que desde hace años hayan sucedido un seguido de corruptelas, estafas, engaños abusos y demás, a costa del ciudadano, que es en definitiva el que los mantiene. Dígase rey padre o hijo, el espíritu santo ya tiene sus propios problemas que resolver con la iglesia.  

Cada día son suficientes los motivos por los que luchamos, y cada día vale la pena sentirnos orgullosos de ser quienes somos, y más aún de aquello que conseguimos a pesar de las diferentes situaciones.

Solo me queda desearles unas felices fiestas y un muy prospero año nuevo a todos. (menos a los malos hijos de... que sólo se preocupan de su bienestar y nos engañan a la cara tras prohibirnos hasta la libertad de expresión. A todos estos una mierda de las grandes)


Muy cordialmente

Lorenzo López


jueves, 18 de diciembre de 2014

Carta abierta a Papá Noel

Hay momentos en la vida que los recuerdos se acumulan de lo más seguido. Semejante ha como se sucede el tic tac de un reloj. El tiempo pasa y nos muestra cada una de las partes por las que hemos caminado, mientras otras cosas sucedían. Buenas o malas, dulces o amargas… pero todas dejan su huella impresa dentro del corazón. El ser humano es maravilloso, pero no siempre cumple sus cometidos en su totalidad, o usa de forma incorrecta las herramientas que la vida pone a nuestra disposición.

Como cada Navidad va dirigida a Papá Noel.  En esta ocasión mi primera carta abierta.

Siempre tuve una especial estima por este señor. Me cayó simpático cuando lo vi por primera vez con aquellos mofletes sonrojados a juego con su traje colorado, el cual rellenaba completamente.

Carta abierta


Lleida 18 diciembre de 2014


Querido Papá Noel.

Al recibo de esta, espero que tenga la salud suficiente como para atender mi carta con tiempo y dedicación.

El tiempo pasa, menos para usted Sr. Noel, porque está igual que siempre, ni ha adelgazado ni ha engordado y hasta usa el mismo traje. Su barba y la melena se mantienen de la misma forma y color. Y me juego lo que llevo en el bolsillo, a que las suelas de sus zapatos parecen el culito de un bebé. A pesar de las dudas que nos provoca saber esas cosas, puede estar tranquilo, seguimos contando con usted para noche buena.

Ese tiempo que pasa para nosotros, consigue que muchas personas estén marcadas por las diferentes situaciones. Todos tenemos buenas y malas acciones que siguen acomodadas en nuestra memoria. Estas, mellan una parte importante de nosotros, nuestra alma. Cada cual se hace sus más y sus menos para tirar hacia adelante, y cada día transcurre lo más parecido al anterior, pero se sucede de forma distinta. Y es ahí a donde quiero ir a parar. Al fondo de lo que nos ocupa, que viene a ser lo mismo que lo que nos preocupa.

Nos preocupa la falta de atención a todas las personas, de quien puede prestarla. Nos preocupa el desinterés de aquellos que podrían ayudar a los que merecen ayuda, y quizá, porque no, a los que merecen una segunda oportunidad. Nos preocupan situaciones de falsa prioridad en presupuestos para obras, adornos o reformas públicas. Que se engordan con ceros a la derecha. Ceros que son los que sirven para darnos por el culo a los que tenemos que apretamos el cinturón. Un cinturón que tiene demasiados agujeros. Tantos, que es posible que un día nos colemos por alguno de ellos cuando nos ajustemos los pantalones.

Nos preocupan los miles de miles de cabrones que se auto renuevan la confianza, sin ni siquiera pensar en ello. Se dan las oportunidades a destajo. Se sonríen de manera traidora, como una vulgar identificación entre manadas de animales.

Nos preocupan las malas intenciones, los abusos, las mentiras y las traiciones. También la falta de respeto para con los demás, la desconsideración y la falta de ganas por la prosperidad del mundo. Nos preocupa la avaricia con nombre y apellidos, con la que cada día se identifican cientos de corruptos que mecen la cuna del futuro de nuestros hijos.

Nos preocupa la sinvergüencería con la que untan diariamente sus intenciones. Y  también, y mucho, que usen palabras en vano… Sobre todo PERDÓN. Que rima con polvorón, pero no se come. Ni alimenta. Ni siquiera tiene el valor de su definición cuando sale de esas cloacas que tienen por bocas.

Amigo Santa, si ha llegado hasta aquí leyendo esta carta abierta, puede ser por tres motivos.

1)    Está cagando. El WC es un lugar reconocido mundialmente como trono y donde la lectura se hace fácil y entretiene mientras uno se alivia.

2)    Pensaba que sería otro tipo de carta. No sé, de algún niño malcriado que pide cosas que tras leer su carta intuye su rebeldía y mientras ríe, piensa… como yo no lo pago.

3)    O bien, que las lea todas, como tiene que ser.

*Si continúa usted leyendo, tiene más mérito que Jesulín multiplicando por 10.


Espero que no se le haya olvidado nuestro idioma (castellano – España). Lo digo porque hace muchos años atrás que le escribía de forma privada, eso sí, y nunca me respondió. De pequeño siempre pensé que no respondía porque no me entendía. Hasta se me pasó por la cabeza aprender la lengua saami o lapona para dirigirme a usted sin problemas. La cosa fue que no encontré donde aprenderlo. Quizá por mi tozudez o por cojones, no recuerdo ahora mismo, persisto en seguir enviándole mi carta con mi petición.

Todo lo expuesto arriba creo que se podría definir como injusticia, y eso es lo que deseo pedirle querido Papá Noel… JUSTICIA. Para el bueno y para el malo. En ambas situaciones se merecen, unos por derecho y los otros por obligación.

Tengo una pregunta y una curiosidad.

La pregunta es que me gustaría saber con qué detergente lava usted el traje. Porque ni destiñe y encoje. Que digo yo que los ribetes del traje rosas le quedarían un tanto cursis. Pero que se le encogiera, ya me preocupa más. Porque como coño se las iba a arreglar usted con el traje apretado la noche del 24 de diciembre, para tomarse los miles de millones de vasos de leche con galletas que le ponemos a la vera del pino.

La curiosidad. No he visto fotos de usted con el "Pequeño Nicolás"… Ahí lo dejo.

En fin… ya me contará si eso. Y tranquilo por el idioma, ahora hay traductor hasta en el interior de los huevos kínder.

Con todo mi respeto para este personaje y para todas las personas que alguna vez hemos creído y para los que creemos en él.

Con cariño…

Lorenzo López










jueves, 11 de diciembre de 2014

Refranes y dudas

Dicen que la esperanza es lo último que se pierde. Sé que se representa con el color verde. Que si hablamos de actitud, está muy bien luchar por tenerla. Y también sé, que algunos se empeñan en que la perdamos y otros rezan para no perderla.

Algunos usamos los refranes como un rezo corto del día.

TALES COMO:

“No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”

Y que pasa que vamos un día adelantados o qué. Porque, si lo que podemos hacer mañana, lo hacemos hoy, una de dos… o tenemos mucha prisa por terminar. O nos dejamos el último día para descansar como hizo Dios. Al ser humano siempre le ha gustado la buena vida. Descansar y divertirse, creo que resume todo lo que os podáis imaginar. De ahí que este refrán me cueste entenderlo en su totalidad.

“No hay problema que dure cien años”

Creo que está claro lo que nos quiere decir. Que nos moriremos antes, en todo caso. Porque a ver, si los problemas serios empiezan a surgir entre los 25 y los 40 años, uno tendría que vivir entre los 124 y los 139 años, aproximadamente… y esos serían cuatro contados. Dígase de los que realmente cuidan su dieta y hacen ejercicio. Aquí no entran políticos ni gente de ese tipo. A estos los problemas les duran 4 años, y en algunos casos pueden llegar a los 8 o 12 años. (Estas cifras sí que me dan miedo). En fin que tranquilizar, tranquiliza este refrán, pero objetivo no lo es mucho.

“No hay mal que por bien no venga”

Lo usamos cuando tras algo malo sucede algo bueno. En este refrán, la lógica salta a la vista. Pero… siempre hay alguien que tiene una cuestión o duda en su haber. Yo mismo. El hecho de que pase algo malo… ¿nos garantiza que suceda algo bueno? Diría que no. Conozco un amigo que un día conoció a una chica muy muy mala… y después, la verdad verdadera fue que no le sucedió nada bueno. También sé de alguien que tuvo un accidente con el coche prestado de un ex-amigo. Y después de eso, aparte de perder el amigo, tuvo que pagar la reparación. Le restaron puntos por ello. Quiero decir que perdió la confianza con el resto de amigos en común.

“No hay dos sin tres”

Pues así es, sino sería… 1-4-5-6-7… que bueno, todo es acostumbrarse. De siempre se ha contado con el 2 y en muchas ocasiones es mejor. Por ejemplo. Una cena romántica, mejor dos, el 3 ya sobra antes de quedar. En las chicas también es mejor el 2, porque sí no quien le aguanta la puerta a la amiga mientras mea. Podrían ser 3, dirán algunas, sí, pero depende del cuarto de baño, hasta la 2 se queda fuera. Otro motivo por el que es mejor el 2, es cuando alguien te dice… a que te doy 2 ostias. Y tú piensas… ojalá sólo sean 2, porque como el refrán sea cierto me tocan más…

“El orden de los factores no altera al producto”

Con este tengo más de una duda. Para ello pondré algún ejemplo con el que justificar mi vacilación.
En este caso los factores que tenemos son: Un vaso de leche fría. Un bote de colacao clásico. Una cuchara mediana o de postre y un microondas.

Ahora vamos a ver si el producto se altera o no. En el vaso de leche fría ponemos 3 cucharadas de colacao clásico y removemos. Tras remover un rato… tic tac tic tac… metemos el vaso en el microondas a calentar durante dos minutos. Cuando haga cliiinn!!, abrimos el micro y  miramos dentro en busca del producto. Encontraréis parte de ese producto en forma de grumos por las paredes del microondas. Mierda!!! Pero si cambiamos los factores, y calentamos vaso de leche previamente durante los dos minutos, luego añadimos las 3 cucharadas de colacao clásico y removemos, el producto no sólo se mantiene en el vaso, sino que no habrá ni un solo grumo. Creo que en este caso la duda es más que razonable.

Otro buen ejemplo que hace dudar de este refrán, es cuando alguien sale de ligue. Factores, él y ella. Porque no es lo mismo que él le pida a ella ir a casa a echar un polvo, a que sea ella quien se lo pida a él. Aquí también el orden sí altera el producto. Que en este caso es el polvo.

“A buen entendedor pocas palabras bastan”

¿Se me entiende o se me entiende…?
Soy breve en este, porque entiendo que hay buenos entendedores… ¿o no?

“A quien madruga Dios le ayuda”

Un clásico donde los haya escritos, pero con más de una duda maldecida, en algunos casos.
No siempre el resultado es positivo en todo aquello que seguimos por devoción o por no romper una cadena vía internet.

Conozco un viejo dicho con este refrán, que resultó ser tan gracioso, que se convirtió en un chiste.
Resulta que una persona que andaba por la calle muy temprano se encontró un billete de 5000 pesetas (lo pongo en pesetas porque ahora los euros no se pierden, nos los roban…) y cuando los cogió replicó… anda mira, a quien madruga Dios le ayuda. 5000 pesetas mencontrao!!! Un señor que pasaba por al lado en ese momento y lo escuchó, le dijo… y el que las ha perdido qué. (Habrá pasado antes para perder el billete, no)

Muchos somos los que madrugamos, unos por costumbre y otros por cojones. Sea por el motivo que sea, lo que sí es seguro es que tenemos más horas disponibles para hacer cosas. Lo malo es que se las quitamos al descanso, que falta nos hace a muchos.

A pesar de mis dudas espero haberles arrancado alguna sonrisa, que falta nos hace. Siento que estos refranes son muy nuestros, muy de aquí. Algunos ancestrales, diría yo, que han quedado en herencia y que se han convertido en una gran lección para todos.

Sin otro particular deseo haberos entretenido un ratito. Os convocó para el próximo jueves. Donde habrá una grata sorpresa.

Y recordad que no siempre es oro todo lo que reluce y aunque parezca plata, no es.

Entenderé si comentáis… O no?


Lorenzo López





jueves, 4 de diciembre de 2014

El ladrón de motivos

Cualquiera puede apuntarse a esta razón de hacer o de creer. Quien piense que tiene un sólo motivo para juzgarme, se equivoca.

La leyenda…

Cuenta la leyenda, que en un pueblo había un alma que robaba los motivos de la gente. Se acercaba a la personas durante la noche y postrado a los pies de la cama, se apoderaba de los motivos de esa persona. Ese, parece que era el mejor momento, ya que minutos antes de dormirse el cuerpo está más relajado.

El ladrón de motivos, como lo llamaron, nadie lo hubo visto nunca. Quizá por eso todo el mundo decía que se trataba de un alma en pena. Hasta llegaron a montar guardia en algunas casas durante la noche, con el fin de poder ver quien hacía esas cosas con la gente.

Nadie nunca descubrió nada. Ni tan sólo una sombra. Ni un resquicio de movimiento. Nada de nada. Pero muchas de las personas amanecían de forma extraña. Dolores musculares, cefaleas, angustia o incluso vómitos como para no poder ponerse en pie. Acudían al doctor del pueblo para ser atendidos. Este no encontraba un posible remedio, ni tan sólo una cura provisional para atenuar los síntomas. El capellán del pueblo decía que era el diablo.

El doctor se pasó casi toda la noche releyendo libros de doctores célebres y otros reconocidos investigadores. No encontraba ninguna relación con lo que estaba sucediendo en ese pueblo. Se quedó dormido junto a media docena de libros abiertos y una taza de café por terminar. Ya helado.

La luz de luna aún se colaba por entre las cortinas de la ventana de su pequeño despacho. Justo le daba en los ojos, y eso le provocó un despertar repentino. Se vio rodeado por aquellos libros enormes, que guardaban mucho saber en sus entrañas, pero que de repente recordó que no pudieron ayudarle.

Avanzó a paso de ganso hasta el baño, hecho una gran meada, tiró de la cadena y se lavó las manos y la cara como si fuera un robot programado. Con los mismos pasos de ganso, salió del baño y trasportó su cuerpo enclenque hasta la cocina. Allí se preparó el café en una taza que no era la suya habitual. Esa estaba en el comedor entre un montón de libros.

El timbre de la entrada sonó dos veces. Sin dejar la taza de café, anduvo hasta la puerta y abrió sin preguntar. Dio un paso adelante como si buscara a alguien. Allí no había nadie, aunque él estaba seguro de que aquel maldito timbre había sonado. En su cabeza aún se hacían eco los dos timbrazos. Retrocedió y cuando iba a cerrar la puerta, vio un pequeño paquete justo debajo del timbre y pegado al marco de la puerta. Parecía como si lo hubiesen dejado allí expresamente. Así que lo cogió con una mano mientras aguantaba la taza con la otra. Se lo puso bajo el brazo y cerró la puerta. Mientras caminaba hasta el comedor no dejaba de darle sorbitos al café, que se iba enfriando por segundos.

Dejó caer el paquete encima de los libros y se terminó el café de un gran sorbo. Se postró en su sofá y dándole una vuelta más al paquete se decidió a abrirlo. Era una pequeña caja de cartón con tapa de una pieza. Dentro había una tarjeta, similar a las de visita corrientes, donde había escrito una dirección, un día y una hora, para asistir a la única reunión donde alguien le explicaría que les sucedía a sus pacientes. 

Parecía que esa nota le hubo dado una sobredosis de aliento con la que se sintió mejor que nunca. Había un inconveniente, que la reunión era para ese mismo día. Faltaban 40 minutos para la cita y el lugar estaba a unos 20 minutos caminando. Tenía que darse mucha prisa, ya que la nota anunciaba que era la única reunión.

Se vistió como un rayo, cualquier indumentaria estaría bien para una reunión así. Era probable que fuera más un tú a tú.

A falta de unos 26 minutos para la hora, salió de casa cerrando tras de sí, una puerta que escondía una noche de dudas, insomnio y quebraderos de cabeza. La posible razón por la que aquella reunión pudiera darle la respuesta tan esperada, hacía que sus piernas dieran pasos más propios de un corcel que de un ganso matutino.

Tres minutos antes del horario establecido, el doctor estaba en el lugar justo. Empezaba a amanecer, aunque no se veía demasiado por el momento. Miró su reloj, sólo había pasado un minuto, aún tenía que esperar dos minutos más. A su alrededor y lo que la vista la alcanzaba, todo parecía tranquilo y manso. Cada vez más claro, como si alguien estuviera dando la luz del día poco a poco. Su cabeza no dejaba de girar de derecha a izquierda y viceversa buscando al misterioso escritor de la nota. Miró de nuevo la hora y su reloj ya marcaba en punto. Antes de subir su mirada, alguien le susurró al oído.

-No levantes la vista del suelo.
-No hagas preguntas.
-Dejaré una cosa tras de ti, que cogerás cuando termines de recitar esto que voy a decirte…

“todos tenemos el derecho de la vida, y con ese derecho, la obligación de ayudarnos y respetarnos. El que no cumpla sus obligaciones perderá sus derechos…”

Con más curiosidad que miedo, terminó de recitar aquello que entró por sus oídos de una forma suave pero llena de rabia. Se giró y a sus pies había una botella llena hasta arriba de un líquido transparente. La cogió, la abrió y tras olisquear un poco probó un sorbo. Una mueca en su rostro juraba no saber que contenía aquella botella. Cuando empezó a caminar, se dio cuenta que la etiqueta de la botella se despegaba y al querer ponerla bien se le quedó en las manos. Por suerte no la tiró y se la guardó en uno de sus bolsillos.

Cuando llegó a casa volvió a probar aquel mejunje el cual no atinaba a descifrar ni sabor ni olor.
Se puso a recoger un poco el salón. Aquel montón de libros, las tazas de café y algunas piezas de ropa que había ido dejando durante el día anterior. De una de las prendas que se hubo quitado hacía minutos, cayó un trozo de papel. Era la etiqueta de la botella. Una sonrisa iluminó su rostro completamente.

Empezó a leer… (El empiece del texto le sonaba mucho)

“todos tenemos el derecho de la vida, y con ese derecho, la obligación de ayudarnos y respetarnos. El que no cumpla sus obligaciones perderá sus derechos…

Pero el texto seguía así… todo aquel que se atenga a este reglamento, será sanado de sus males. Tras el juramento, un pequeño sorbo de agua de la botella que te dejé, bastará para hacerles creer plenamente.

Aquella mañana se propuso hacer del comedor de su casa, su consulta provisional para atender a los que sufrían aquellos males.

Cuando el sol ya alumbraba lo suficiente, abrió la puerta de su casa y gritó como mercader ambulante, que tenía la solución al problema y que atendería a todo el mundo por orden allí mismo.
Como abejas a su panal, se acercaban las personas que habían sufrido alguna visita del ladrón de motivos.

El doctor les hizo repetir el texto que él mismo hubo escrito con letras más grandes, en una hoja de papel también más grande.

Tras la lectura les daba medio tapón de aquella agua incolora e insípida que parecía ser el milagro para todos aquellos males.

Días más tarde… semanas incluso, todos los enfermos parecían sanados del todo. Nadie protestaba y el pueblo volvía a ser una balsa de aceite. El capellán también había dejado de hacer sus rezos especiales para maleficios del diablo.

El tiempo modificó la leyenda añadiendo algo así…

Los enfermos nos eran más que casos de gripe contagiosa que se había extendido por los pueblos colindantes. El líquido de aquella botella era agua de una fuente natural, sin más poder que el de saciar la sed de cualquiera.

Eso sólo es una leyenda… pero si la exprimes, su contenido te dará un buen zumo.


El creer en alguien o en algo, siempre provoca una sensación de bienestar muy dulce. Si crees que puedes hacer algo, no dejes de intentarlo.


Lorenzo López


jueves, 27 de noviembre de 2014

Filmoteca para la ocasión

Algunos de los títulos del cine de hoy y de siempre, con los que intentaré explicar una parte de lo que está sucediendo. Antes de seguir os comunico que habrá títulos X o XX ele. Los justos.

Creo que un buen título para empezar es Tiempos modernos. Tan y tan modernos que cada uno ha hecho lo que le ha dado la gana. Donde El graduado trabaja sirviendo comida rápida. Donde El celular es imprescindible hasta para ir a cagar. Cuando no tienes un whatsApp, Tienes un email Donde gran parte de los ciudadanos han tenido que hacer de El buscavidas. Cada día la mayoría nos hemos levantado con La gran ilusión de pensar que El día de mañana tiene que ser mejor y que si hay que Volver a empezar, pues empezamos. Buscando… como diría aquel Un lugar en el sol.

Eso de que la Vida en bella realmente ilusiona mucho. Porque lo es. Porque vivimos Una historia verdadera. Porque El regreso no es posible, y Regreso al futuro sólo es una película de ficción.
Resulta que si El ladrón de bicicletas es atrapado por Dos policías rebeldes, lo único bueno es que el dueño de la bici la recupera. El reo reza porque no sean demasiado severos con él. Dichos polis, al ser de los Rebeldes sin causa, le dan un par de ostias. El reo reclama y el Juez Dredd sanciona a los rebeldes.

Conclusión: lo que parecía una buena labor, Una buena noche, se convierte en Delitos y faltas.

También se da el caso en que los Sospechosos habituales, conocidos y reconocidos de sobra hacen de las suyas. Entre estos está El Padrino, 12 hombres sin piedad y Los otros. Esos que dan Los cuatrocientos golpes. Los mismos que niegan, L.A. Confidelcial porque dicen ser Todos los hombres del presidente y por eso son Los intocables. Pero cuando el Rio bravo se desborda, sale toda la mierda. Es cuando a la pregunta de quién ha sido todos dicen los mismo. E.T. el extraterrestre. Y a pesar de ser más de 300, la Lista de Schindler no deja de crecer.

Han sido Perros de la calle. Han disfrutado de Ana al desnudo en el Cabaret. Y más de una visita a Moulin Rouge. Con Juegos prohibidos y quien sabe cuántas equis tendría que poner aquí. Es posible que también bailaran con La reina de África. Tomado muchos cubatas… quizá Ocho y medio… vete a saber. Viviendo Tiempos de gloria, y ahora que se ven Con la muerte en los talones, tienen una Psycosis que callan con la Ley del silencio que creen que les protege. Pero siempre aparece un Rain man que se cree por encima de los demás. ¿Por tener Una mente maravillosa…? No. Por ser amigo/a, compinche, lame culos, colega etc… de La hija del general.

Ah… y les recuerdo que se acabaron las disculpas. A partir de ahora Sin perdón. Porque Sólo Dios perdona

Punto y seguido

A pesar de haber hecho el Sacrificio y mandar miles o quizá miles de millones de Cartas a Dios, no se ha conseguido que Los pájaros de algunos miembros de la iglesia, se mantengan bajo la sotana y la cruz de ese mismo Dios al que juraron fidelidad, respeto y celibato. Desconozco si algunos Pecados capitales con los Niños del coro, han sido Encuentros en la tercera fase, o simplemente los llevaron a cabo En un lugar sin ley. Aquí usaré este que dice… Snatch: Cerdos y diamantes. Porque creo que tomaron Un tranvía llamado deseo demasiado tarde y tal como lo veo yo y seguro que cualquiera lo verá y sentirá de la misma forma, merecen Cadena perpetua. Porque si creen que el Silencio de los corderos no hará que el Papa anule sus Vacaciones en Roma y pasar por alto este tema asqueroso y repugnante. están equivocados. 

Estoy seguro que hasta El diablo viste de prada para que estos tipos no lo reconozcan y le pidan cita. Habría que llevarlos una larguísima temporada a La isla mínima y hagan la Penitencia allí.

Punto y coma

Mi hambre, tú hambre, su hambre…. El teléfono rojo hace tiempo que está sonando. Da igual que articulo le pongamos delante, incluso si se pudiera conjugar daría lo mismo. La cuestión es que en Los juegos del hambre no sirven excusas, más que nada porque no se comen. No alimentan. Porque hasta el pan alimenta más que Las mejores intenciones de darlo. El hambre es una Misión sin permiso, sin llamar a la puerta. Entrada libre para ayudar a que estómagos se llenen más de vez en cuando que de costumbre. Demasiados son los problemas que no se corrigen. Muchos los líos liados por unos liantes que sólo se han preocupado de llenar sus panzas y sus carteras.

A unos me gustaría cerrarles la boca llenándoselas con Sopa de ganso, El agua de la vida y La sonrisa de mona lisa.

A otros también se la cerraría pero llenándolas con La mala semilla, Leche agría, La naranja mecánica y cualquier cosa que les entre, como por ejemplo El perdón que nos reparten como Hostia bendita los domingos. A ver si les alimenta lo mismo que creían que nos alimentaba a nosotros cuando a muchos nos han quitado de un plumazo media vida.

Ahora que llegan fechas en las que las personas, o sea nosotros, nos sensibilizamos más con las Historias de Navidad, haremos posible que muchos puedan mojar pan en alguna salsa y no en la Sombra del poder. Ellos, los no personas, seguirán comiendo langosta, que es lo más parecido a la rata, carroñera y asquerosa. Está visto que unos se comen a otros. Ojalá ganen las langostas…

Punto y final … (espero que no…)

Parece que un Superman, aunque este más bien feote y con coleta de caballo Spirit, ha escogido El color púrpura y un Circulo para crear una imagen. Esperemos que su Pensamiento positivo y sus ideas con las que está Sembrando ilusiones, como si fuera El mago de Oz, lleguen a buen puerto. Parece como si estuviera En busca del arca perdida y espero que si la encuentra, no le suceda lo del episodio V – El imperio Contraataca. Porque igual se lía como en el Club de la lucha.

Yo diría que no está Solo ante el peligro, y que son muchos los que estarán Siempre a tu lado.

Espero que tanto los hambrientos como los desahuciados y cualquier necesitado, sea beneficiario de las cosas buenas que puedan suceder a partir de ahora, y vean El sol naciente sin tantas preocupaciones y vivamos más Tiempos de gloria.



Lorenzo López




jueves, 20 de noviembre de 2014

Los 7 Capitales

Quizá alguno piense que voy a darle una lección de economía. Tranquilos que no es así. Sé lo justo. Que 2 y 2 son 4. Que 1 más 1 no siempre son 2 y creo que tres por culo daban 21.

Quiero tratar de ajustar lo máximo posible, teniendo en cuenta la situación actual, los siete pecados capitales a todo lo que está pasando. Si alguno necesita bostezar, toser, ir a por agua y tirarse un pedete por el camino, rascarse allí… donde le pique, o santiguarse, que lo haga, no pasa nada. Si estéis con la novia, en público o en lugar profano y tenéis una birra fresquita…entonces nada de agua, lo de más, depende de la confianza.

Me tomo la libertad de empezar por lo que yo considero de menos a más. O sea del menos malo al peor. Y quizá cuando termine, ya veré si tengo que arrepentirme de estar bebiendo agua en lugar de una birrita fría.

PEREZA:

Considero que el más “leve”, entre comillas. Algunos diréis que es muy mala porque es cosa de vagos, gandules, holgazanes…etc.

Un gandul o vago, es al que le gustaría tener mando a distancia hasta para abrir cuando le llaman al timbre, ese entra dentro del pecado capital pereza. Pero ahora bien. Aún lo es más, y con MAYÚSCULAS, el que no hace ni el huevo cuando muchos dependemos de que mueva su culo. Ese tío que está donde no tendría que estar y sigue ahí porque tiene unos cojones como los melones BOLLO. Ese tío que es lo más parecido a las máquinas de sacar muñecos de los bares. Que te hartas de meter pasta en su monedero y jamás te da nada a cambio. Bueno, en las máquinas por lo menos suena una cancioncilla, que aunque te jode, por lo menos mueves la cabeza con ritmo.

Esos tipos a los que la pereza les hace menos eficaces que ir de caza con un mondadientes, son a los que me gustaría que  sus mentes se cautivaran por esa misma pereza y sufrir en su propio día a día lo que muchos no podemos, por derecho, disfrutar por su culpa.

LUJURIA:

Dígase del que hace del sexo un abuso desconsiderado. Quizá algunos obispos u otros comulgadores con sotana, creyentes y practicantes de un testamento que han ido tejiendo a su medida, y siempre “presuntamente”, enganchados a este pecado nos lo podrían explicar mejor.

GULA:

No me refiero a la del norte. Me refiero a comer en exceso, a veces por desorden y otras muy ordenadamente por capricho. Aquí podríamos encajar perfectamente a varios triperos de la política. Tipos que se pasan las normas, leyes y juramentos por el forro de los huevos. Triperos de cuchillo y 5 tenedores (que les clavaría sin dudar en las manos cuando pagan esos manjares con nuestro dinero); les diría que el derecho a alimentarse no se lo negamos, pero sí me niego rotundamente, a que los demás tengamos que utilizar un plato cada vez más pequeño, para que nos parezca que se llena como antes.

Que la acidez se apodere de sus estómagos eternamente. Amen.

IRA:

Dícese del cabreo sobrenatural que estos días un hombre, según una señorita canaria, ha estado vomitando en varias ruedas de prensa. Haciendo al pueblo culpable de pedirle explicaciones por lo adeudado y no anotado en el haber de las cuentas públicas.

Otro irascible de los cojones, con un “Grau” de impertinencia y chulería abusadora, nos mostró hace poco sus encantos en una rueda de prensa, porque le dio la gana, en la que pronunció miles de palabras salidas del diablo que lleva dentro, sin cordura, sin lógica y con menos argumento que un anuncio de la Esteban.

Otra forma de definir la ira, y esta creo que con tanto fundamento como la cocina de Arguiñado, es la del pueblo, que por cojones, tiene que aguantar carros, carretas y carretones, y todos, todos bien cargados y cuesta abajo. 

ENVIDIA: 
         
Aunque parece una marca comercial, no lo es. Se dice del que quiere lo que tiene otro. Celoso con medalla. Del que desea bienes materiales incontroladamente para lucir por igual. Aquí colocaría a los usuarios de las opacas, que en cuanto uno fue a por aspirinas con su black, el resto querían comprar la farmacia. Por decirlo así.

SOBERBIA:

Un buen ejemplo puede ser cuando a falta de unos meses para elecciones del tipo que sean, a estos les la un poco lo mismo, se enfrentan con otros candidatos. Se chulean como gallitos agilipollados haber quien la tiene más grande. Cada uno se auto valora mejor que nadie y colocándose un sobresaliente en su frente (parte frontal de la cabeza que les protege esa mierda que tienen por cerebro) se condecoran así mismos como el salvador que mejorará lo que nadie ha sabido mejorar. Que harán que todo funcione como tiene que ser. Incluso se atreven sin vacilar a ladrar mentiras que disfrazan de promesas, con tecnicismos que es posible que simplemente lean sin saber su significado ni contexto. 

AVARICIA:

Esta, creo que con diferencia, es la peor de todas. La que puede hundir desde a una sola persona, hasta un país entero. No sé cuántos miles de corruptos hay realmente. Bueno, ni yo ni nadie, porque salen como los granos en la pubertad. Dígase del quiero más de lo que pueda abarcar, ya buscaré sitio donde ponerlo. En bolsas de basura como hacían en el ayuntamiento de Marbella. En fondos de armarios. Ingresando efectivo en cuentas ajenas, mientras la titular canta que te canta. Transfiriendo cifras a Suiza y otros paraísos, con más ceros que las notas de EGB de Jesulín. Recolectando pasta gansa, parné, pavos, plata, guita… llámalo como quieras, pero al final nos lo joden por todos lados. Con facturas más falsas que las promesas de hacer dieta de Homer Simpson. Con presupuestos de “escándalo” (nada que ver con lo que forma Rafael cantando) para obras ridículas. Construcciones absurdas por las que nos hacen creer insistentemente que vale lo pagado. No se lo traga nadie. Aeropuertos que no han tenido ni un solo vuelo (podían habérselo dicho al Willi monago Fog), quizá les hubiera hecho el cupo.

Todos y cada uno de estos pecados capitales tienen en común el vicio por algo. Y si a eso le sumas un atajo de indeseables con acceso ilimitado para delinquir legalmente, ya nos cagamos todos.

Es injustamente injusto, que la justicia no pueda justificar como estos corruptos se deshacen de pruebas y tapan una cantidad de mierda, que si fueran cerdos, podrían nadar en ella más años que los que lleva Jordi Hurtado haciendo su programa en la 2.

Justamente nos falta un justiciero justo. Me da igual si lleva coleta, bragas de esparto, carmín en su sonrisa, mierda en las tripas o se la pela con la mano tonta. Pero que le ponga un par y limpie de escoria un país que nuestros abuelos y otros, lucharon por dejarnos entero y llano.

Joder, me he dado cuenta que quizá hoy no provocaré muchas sonrisas, lo que seguro que quizá provoque, es que alguno se dé por aludido y desee cagarse en alguien...

El lavabo al fondo a la izquierda gracias.



Lorenzo López. 

jueves, 13 de noviembre de 2014

La trama-Sutra

Cada día es un nuevo propósito para hacer algo de provecho… y si no es hoy, mañana.
La cuestión más relevante de algunos sucesos, que a diario se descubren, es la falta de consideración para con los demás.

A ver.

Si hay dos personas en una habitación y dos manzanas sobre la mesa, está claro que hay una manzana para cada uno. Pues si yo no tengo la mía y el otro dice que no sabe, no le consta y te pide perdón… que quieres que piense. Que es un hijo de puta… por lo menos.

La tierra gira y los huevos cuelgan… Cuantos viajes hay que dar, porque son muchos a los que hay que recoger. Son muchos los engañadores que cubren sus vidas con piel de lobo y la recubren con trajes de algodón bueno. Son muchos los que nos muestran numerosos costos y déficit. Hondos agujeros excavados por ellos mismo a dos manos y a prisa. Incluso antes de hacerlos ya saben hasta donde van a llegar, y nos bocean amablemente, eso sí, cuanto nos va a costar aquella mierda de cosa. Dígase edificios, tramas, favores, chanchullos, viajes “sin nosotros”, viagra’s (que no es una marce de paté) con sabor a plátano de canarias. Y siempre por el bien del ciudadano… los cojones, me jodes y encima me cobras.

Gilipollas los hay en cualquier sitio y a cualquier hora. Si la cagas…la pagas. Pero está visto que a la justicia no se le hace justicia, igual que al tonto no se le dan los mejores panes. Faltan jueces y sobran mangantes. Hay policía, sí…la que entrega golpes de porra como si llevaran nombre y apellidos. En cambio a los kinkis de verdad, a los que ponen al país patas arriba, los mismos que cultivan la miseria para el pueblo, a los que saquean las arcas del currante, a esos no les dan ni un pellizco. Al contrario, los protegen y se dejan la piel por ellos. Luego van llorando que les bajan el sueldo y no tienen suficientes recursos. Coño, ves y se lo pides con la porra en la mano y con los mismos huevos con los que me pegaste a mí. Irresoluto, maquinal.

Hay hasta quien se atreve a negar lo que todos sabemos, y con pruebas. En fin que se está liando un cipote que hasta Perry Maison pediría el comodín del público.

Hablando de gastar, se gasta hasta el papel para limpiarse el culo, joder. Pero hay ocasiones en las que mientras te limpias, piensas… seguro que mi mierda no es diferente a la suya. Y quiero decir que porque sus estómagos se llenen de buenas viandas, no son mejores que el que cena pan con sombra.
Me gustaría poder aliñar estas letras con un poco más de humor, pero coño, es que ponerse serio y lucir las cosas claras… casi que me pone hasta cachondo…y escoger cuesta. O reímos o follamos… ¿otra vez vamos a reír...?

Pues sí, nos vamos a reír un rato… (El que no quiera reír que se vaya a follar…)

Ayer cuando bajé la basura dudé si tirarla al contenedor gris o llevársela al ministro de trabajo para que siga haciendo contratos con ella…

Ya puestos… las botellas de cristal van al contenedor verde. Si las bajo de una en una, pues nadie piensa nada. Pero si las acumulo en casa, el día que las bajo todas  a la vez más de uno debe pensar… menudo fiestón se ha metido este tío. Que eso no es lo peor que pueden pensar. Ahí lo dejo…

Una estadística anunciaba hace pocos días, que sólo una mujer de cada cinco se hace la dormida para no escuchar al marido. Las otras cuatro se duermen de verdad. En serio que salió publicado, no os miento.

Algunos ancianos aún preguntan cómo va el mundial… joder que alguien les re-sintonice la tele, por favor.

Ayer vi el nuevo anuncio de la lotería de Navidad. Ostia, también el Antonio este tiene huevos de dársela en un sobre… como si no supiéramos que pasa con los sobres. Eso sí, el anuncio va sin música, será para no pagar a los que se van de putas…o se lo ahorran para ir ellos.

Hablando de anuncios, ahora empiezan los de turrones, cavas y otros artículos de la temporada navideña.

Recomendaciones:

Diferencia entre el cava y el champán. Creo que es evidente. Al cava enseguida le coges confianza y aunque no sepas català, te vas animando y oye… fresquito a litros, vamos. En cambio el champán, no sé lo encuentro un poco más francés, y sobre todo muy caro para terminar echando la pota…. Conclusión. Mejor el cava.

Turrones hay a porrillo. Pasa como los helados en verano… ya no saben de qué sabor hacerlos. Ni el que te los vende sabe lo que tiene en la nevera. Igual hay alguna novedad y los Pujol sacan uno nuevo. Amasando desde 1880.

Las uvas (no urnas) uvas. Este producto es el único que si no hay cambios en la familia, siempre compras las mismas, 12 por cabeza. No falla.

Jamones. Ostia, esto sí que mola y mucho, y más cuando son de bellota. Lo malo es que a muchos nos pasa como al Donald que nos cuesta conseguir una buena pata.

Noös lo vais a creer. Hay una ex de lo más alto que quizá lance al mercado un nuevo juego para estas fiestas. Se llamará “atrápame si puedes”.

Otra novedad en cuanto a juegos en familia será, si no hay viajes imprevistos, uno que parece que pinta bien por sus motitas… este se llamará “juergas reunidas”. Promocionado por The Monagood by Canarias-Teruel.

Los polvorones, pues eso, polvorones de toda la vida ricos-ricos y que algunos se comen con pan. Otros intentan decir “la colla de l’ancla”…y dicen la polla es ancha, perooo… que le vas hacer.

Los de Ferrero están esperando a que llegue el mayordomo nuevo, el otro tenía Parkinson...

No pueden faltar los calzoncillos y braguitas rojas. Que puta manía con ponerse esas cosas para que nos den suerte. Conozco a uno que un año se puso un décimo del niño en los huevos bajo sus calzoncillos rojos la noche de fin de año, para ver si le tocaba. Y tuvo suerte. Ligo con una tía a la que se folló. De madrugada la chica se fue y el décimo con ella.

Los reyes… uff de estos no voy a decir nada, que ahora su majestad ya no tiene el mismo pulso que antes y quizá sin querer me acierte con su escopeta.

Prefiero a papá noël. Será que como los dos tenemos barriguita… no sé, lo prefiero porque no da tanto por saco como los reyes, de hecho este solo lleva uno y los otros tres. Además sólo se habla de él para navidad y el resto del año nada de nada. Puede que esté fabricando los juguetes mencionados arriba o bien con una black - femme in canarias.

Como fuese que fuera o dígase de manera diferente a la que yo me he pronunciado, así es.


El gusto ha sido mío… un placer si habéis reído… Si habéis follado… leerme mientras fumáis.

Lorenzo López.













jueves, 6 de noviembre de 2014

Black-Edition

Es uno de los colores que jamás pasa de moda. Sirve para todo. Para parecer más delgado/a. Para funerales, bodas, reuniones de negocios… Para los curas, para las monjas, para los cobradores, para las viudas, para los seguratas, para los mayordomos… y también para los ladrones. Como no…

Pero ya no sólo es usa para vestir, no, ahora se hacen unos plásticos de formato estándar, tipo dni, que sirve para que una cuadrilla de santos sufridores que velan por sus ciudadanos, cubran sus necesidades básicas. Muy cuidadosamente y con una rigurosa contabilidad, anotan cuánto gastan. Todo queda reflejado y a disposición del ciudadano para cuándo desee consultarlo. Las han llamado tarjetas black y los usuarios son tan de fiar, que si siquiera hacienda tiene que controlarlos. Ellos sólitos se bastan para hacer y deshacer según convenga. Nosotros dormimos sumamente tranquilos sabiendo que estos amantes del “pa mí pa siempre” están velando por nosotros. Menudos hijos de puta.

Mangonean a diestro y siniestro con la misma desfachatez, con la que una zorra le quita la comida al descuido a su semejante.

En otro orden de cosas.

-El ascensor no deja de subir y bajar durante todo el día. Los inversores van como locos…

-Un tipejo con cara de mamarracho pide perdón, según él por no hacer nada, y dice que no es  para tanto. (No lo entiendo…si no haces nada para qué pides perdón)

-Una viceEspe pierde la memoria y ya no reconoce ni a quien tiene a su vera. Si alguien encuentra una memoria sexagenaria que no la tire en un punto verde, es altamente contaminante.

-Un tal grana2, se auto-unta-unta-tanto, que al final termina en una celda 4x4 sin tubo de escape ni antivuelco.

-Cos-pedal de bicicleta, se atranca en un ruada de prisa y corriendo y al final llega tarde. Perdón dice la tía…

-de wert en cuando hay un capullo que sale con un menaje educativo, con menos sentido que la propia razón de estar donde está.

-Risto mejode un chester-infiel, y entrevista y vista no se quita las gafas. Se las cambia a oscuras para no mirarse a los ojos.

-Última hora… son las 18.54.

Aumentativos y diminutivos del día

GALLETÓN- Galleta grande u ostión.

BACÓN- tocino en inglés o vaca grande con falta de ortografía.

COMIDITA- os acordáis de la Mónica Lewinsky…pues eso

COCHAZO- vehículo carísimo de los políticos, que pagamos nosotros.

SALCHICHÓN- acción rápida de frotarse tras recibir un golpe, normalmente en la cabeza, con la intención de hacer salir la hinchazón y el dolor.

PERITA- señora que depende del máster, puede ser mercantil, forense…etc.

POLLÓN- ave no voladora, más que nada por su peso…

CHOCHITO- puede referirse a viejito… pero todos sabemos lo que es realmente, ¿no?

MADRECITA- mamá divorciada que ha quedado pa salir.

POLVETE- un pesado que se hace llamar pol, y parece que no ha caído bien.

GRANDOTE- una dote muy muy grande.

MARIQUITA- igual que el pol pero en tía…

AZUCARILLO- sobre que contiene una cantidad justita de azuzar.

HUEQUITO- espacio por donde Iniesta mete el pase.

PELOTAZO- dígase de cubata bien cargado o balonazo en los morros…

PELOTILLA- eso que buscas con tu índice dentro de tu nariz… que listo es-que listo es…

FOLLÓN- lío entre más de dos…

CULITO- ese medio trago que queda en el fondo del vaso y que no nos bebemos por vergüenza.

CULAZO- normalmente se suelen mover bastante por cuba…

BOCADITO- cuando te quedas con ganas de más.

COLLEJÓN- es lo más parecido a un ostión… pero por detrás.

MANDÓN- mando grande de TV de 1000 pulgadas o más.

CARAMELITO- aquella tía buena a la que siempre quieres mirar a los ojos y no puedes.

CHURRETES- churros pequeños. Dígase también de restos de suciedad por no haberte lavado bien las manos.

TELEFONILLO- aparato que suena cuando haces la siesta para jordete la tarde.

PAJILLA. paja que dura muy poco.

PAJITA- paja que hace que el refresco dure muy poco.

LISTÍN- el que sabe un poquitín.

LISTÓN- lista grande.

MEJILLÓN- mejilla suficientemente grande como para darle un bofetón.

FRENILLO- mini mecanismo para reducir la velocidad en una bici pequeña.

PILÓN- no es una pila grande, ni un lugar donde amorrarse… ¿alguien no lo ha saltado nunca?

ESTAMPITA- estafa antigua.

BOBALICÓN- la primera parte sé lo que es… conozco a una.

FINIQUITO- cuando te despiden… o sea que llega tu fin y te quitan del medio.


Antes de irte a la cama…
Se puede rezar, aunque no ayuda pero tranquiliza. Y puestos a cabrearse prefiero hacerlo con quien está vivo y nos jode constantemente. También se puede leer, cagar para aliviar tensiones, follar, hacer el pino con una mano o cien flexiones, lo que menos tiempo te lleve… y para los que estéis solos en la cama, podéis dormir y mañana contáis lo que os dé la gana.

Hasta más ver…

Lorenzo López












jueves, 30 de octubre de 2014

El deseo de un sueño

Aquella mañana no parecía distinta a las demás. Amaneció y mis ganas de sonreír eran tan escasas como cualquier otro día.

Tras asearme, salí en busca de aquella parte de suerte que dicen que todos tenemos. Confiaba en tener la oportunidad de hacer alguna prueba en tantos sitios como se me presentaran para ello. Cualquier sitio que se prestara a que yo les demostrara mi valía, allí iba a dar todo de mí.

Habían pasado más de dos horas y mis piernas empezaban a notar el cansancio. Mi corazón y mi entusiasmo me empujaban a seguir. Como cada día de cada mes… Seguí caminando, entrando y saliendo de cualquier lugar donde pudiese hacer algo positivo. Me ofrecía a demostraciones varias y también a pruebas sin remunerar. Pero nadie tenía la voluntad de apostar por mí.

Tocaron las 13.30 horas y muchos sitios empezaron a cerrar. Quise ser positivo y pensé que aún me quedaba toda la tarde para seguir ofreciendo mi experiencia y mis ganas. A pesar de todo mi esfuerzo y empeño por conseguir demostrar que valía para algo, nadie me dio ni una oportunidad. Empezó a anochecer y mis opciones disminuían por momentos y la desesperación se apoderaba de todo mí ser.

Llegué a casa con demasiadas pocas ganas de nada. Me tomé un vaso de leche caliente y me fui a la cama. No es que tuviera sueño, lo que tenía eran ganas de llorar.

Mientras sollozaba, mi nariz se rellenaba de mocos y mi respiración era un tanto complicada.
Al final conseguí aliviarme y me relajé lo suficiente como para poder pensar en algo que me hiciera sentirme bien. Conseguí hasta sonreír un par de veces…

Con los ojos cerrados y la mente abierta, mi corazón y yo deseábamos lo mismo. Que se cumpliera el deseo.

Parece ser que así fue, el deseo se cumplió.

Aquella mañana no desperté como siempre, ni en el mismo sitio. Lo hice en un lugar extraño, aunque me sonaba de algo. Mis ganas de hacer cosas existían, pero eran por otro tipo de cosas. Miré hacia arriba y agradecí que se hubiera cumplido mi deseo. No sólo había muerto, si no que me había convertido en un ángel, tal y como hube deseado. Ahora podría hacer aquellas cosas que en tantas ocasiones deseé.

Podría ayudar a quien se lo mereciera. Darle cariño a quien lo necesitara. Repartir oportunidades para todo aquel que las quisiera y sobre todo enderezar a los que me negaron ser una persona normal entre todas las personas. No podía permitir que se volvieran a equivocar con nadie más. No se trataba de castigar, si no de enseñar a que todo el mundo merece la oportunidad de tener una oportunidad.

Y ese fue parte de mi cometido desde entonces, dar oportunidades a quien no me las dio a mí…


Lorenzo López


jueves, 23 de octubre de 2014

¿El de la culpa…? Ahora mismo no se encuentra.

Ni Dios ayuda al que más madruga, ni jode al que duerme hasta las tantas.


Depende del momento, de cómo te pille. Depende de quién te toque los huevos y como. También tiene mucho que ver la ilusión con que amanezcas y de cómo veas el vaso.
La cuestión es que tal y como están las cosas, no sabemos si preguntar, protestar, aguantar, quejarnos porque para eso pago... o simplemente correr un estúpido velo. ¿O era tupido?

Siempre hay alguien que tiene la culpa de las cosas que ocurren. Donde esté… es otro teme.
Como cuando un camarero te sirve un plato recién salido del horno y no te avisa que está ardiendo. Si lo tocas y te abrasas la mano, el camarero dice que la culpa es del cocinero porque no le ha dicho que te avisara. Aunque digo yo... si ves al camarero que te sirve el plato cogido con un trapo, por algo será. Y si tienes dudas, puedes preguntarle porque utiliza el trapo... o quizá también lo haga porque sea mago y pueda sacarte una flor del culo, o una paloma de debajo del lito bailando una jota.

Quien no ha hecho cola en el súper con la cesta llena...

Esperas tu turno deseando que avance la cola rápido, (que se te hace más larga que las vacaciones de los críos en verano), y por fin tienes sitio en la cinta para ir colocando tu compra. Empiezas a ponerlas mientras aquella cinta avanza dejando más y más hueco. La cajera te da la bienvenida con una medio sonrisa forzada, por que te ha tocado la borde, y empieza a pasar artículos por el escáner... pip pip pip... y así hasta que hay uno que no hace pip. Mierda!!!

La cajera se pone a resoplar sin mirarte apenas de reojo y descuelga el telefonillo. Llama a una compañera. Viene y pregunta... La borde responde. Este artículo no me pasa, ves y lo miras. Tú, que con el tiempo que has echado en la cola, podrías haber merendao 3 veces, le dices... Perdona, si eso lo dejo y ya pasaré otro día. Cóbrame lo demás que tengo prisa.

Ya ya... la cajera piensa una cosa, pero te dice otra. No se preocupe que enseguida viene mi compañera y lo arreglamos. Es que la culpa es del que repone o del que marca, que no lo ha hecho bien.

Entonces tú piensas una cosa y... qué coño, se la sueltas. Oye, no será que no lo has pasado bien por el escáner. Prueba otra vez.

Buuuff, madre mía... la cajera te mira que de ser súperman te funde, pero a pesar de sus pensamientos, te dice. No señora, imposible, porque yo llevo aquí más de 3 años y ya sé cómo va todo.

En esas que llega la compañera sonriente y le masculla. Me han dicho que está correcto, intenta pasarlo otra vez por el escáner y si no lo haces manual. Hostia!!! la cajera vuelve a pensar... y decide hacerlo directamente manual y la máquina le coge el artículo. Acto seguido te dice. Ve como tenía razón, al final lo he tenido que arreglar yo. La experiencia que tiene una. Hay si yo le contara...

Y tú sin rodeos le dices lo que piensas. Joder nena, que he oído a tu compañera… y por cierto con la experiencia que tienes y lo mucho que sabes, no sé qué coño haces aquí, tendrías que estar la NASA por lo menos. Anda dame un par de bolsas y me voy pitando, que se me va a caducar la Pepsi.

Punto de información de una administración pública.

Te acercas y... buenos días. Vengo para informarme sobre una oposición. Por cierto, no podía tener mejor nombre, `oposición`, porque con tantas trabas…

El personaje que hay tras el mostrador contesta con una pregunta. ¿Ha buscado usted en internet? Tú le miras fijamente y le dices, sí, por eso vengo. Es que no entiendo bien algunos puntos y me gustaría que me los explicara. El informador se vuelve inexplicablemente inútil y contesta. Ahora mismo no le puedo decir, pase en otro momento cuando esté mi compañero que creo que él sí le podrá explicar.
Joder macho, que es eso de que ahora mismo no puedes decírmelo, que pasa que tu cerebro se para de vez en cuando. O es que empiezas mañana… Vamos hombre. Y eso de que venga cuando esté el compañero...como si yo fuera adivino. Y encima no estás seguro de que él lo sepa. Si vengo ahora es porque puedo ahora y no en otro momento, y ahora está dentro del horario de At. Al Público. Tu compañero, espero que no sea el mismo que lo explica en la web, porque es más difícil de entender que un discurso en inglés de la botella.

Total que insistes y él replica. La culpa es del encargao, porque me dio un cursillo exprés y la verdad que todo fue demasiado rápido. No me enteré casi de nada.

Le vuelves a mirar fijamente y... así que un cursillo exprés. Joder ya me lo imagino... es como una jugada de Messi... pequeño, rápido y te la mete que ni te enteras. Vaya vaya. 

A ver, que venga el encargao fuguillas que le voy a preguntar a él. Entonces el informador traga saliva, o lo que sea que traguen esta gente y dice. Ahora no creo que le pueda atender, está haciendo un cursillo. Tú contestas. Coño si son exprés durará poco, ya me espero. Al final viene el fuguillas y te da una hoja, aún caliente, donde pone como buscar información por internet desde otra web diferente a la que tenías. Manda huevos, ya entiendo por qué son exprés... Duran lo que se tarda en hacer una fotocopia, y si alguno, como el presente tras el mostrador no se entera, será que lo más redondo que ha visto sea un melón.

¿Encargamos unas pizzas…?

Hola mira, que llamaba ara encargar unas pizzas.
PizzaVoy- Si, dígame su nombre
Cliente - Antón Pirulero
PizzaVoy- Muy bien, encantado…
(En ese momento por tu cabeza pasa aquello de… encantado? No será gay? mmm
Cliente – haber, quería dos pizzas. Una de atún con cebolla y olivas y otra de carne con chorreras.
PizzaVoy– muy bien señor. ¿Con extra de queso?
Cliente – bueno si se va a notar el extra de queso échale…
PizzaVoy– muy bien señor. Desea que le ponga pan de ajo.
(Ahí también piensas, ¿pa qué quiero yo el pan de ajo con la pizza?
Cliente – no gracias chaval, lo que quiero es la oferta del folleto. 2x1 en servicio a domicilio.
PizzaVoy– señor mire, le explico. Eso ha sido culpa de la imprenta que lo hizo mal, y el 2x1 sólo es si viene a recogerlas al local. Perdone las molestias.
Cliente – joder macho, pero este folleto alguien me lo echó al buzón, y alguien se lo debió dar al que los repartió… y digo yo que alguien se lo leería antes, ¿no?
PizzaVoy– señor, señor, si viene a buscarlas le regalo dos raciones de pan de ajo…
Cliente – a tomar por el culo!!! Y el pan de ajo se lo das al de la imprenta…


Pregunta… ¿Quién le echó la culpa al CHA CHA CHA…?


Lorenzo López






jueves, 16 de octubre de 2014

...especialmente

Para Elena...


...ese don divino
que tienes para imaginar,
para sentir lo que nunca has visto
y descubrirlo al tacto
con un par de caricias.

Ese don maravilloso
que te hace ser alguien especial,
una persona diferente...
sin complejos...sin miedo...
inteligente y audaz, admirable.

Casi me duele más a mí, 
saber que te estás muriendo,
cuando pienso que te estoy perdiendo...
y tú me tranquilizas
mientras vas diciendo...
nunca me perderás,
porque siempre estaré en tus sueños
acompañando de la mano
a tu alma junto a la mía.

Eres única Elena...
porque es como si vivieras deprisa
muriendo lentamente, mientras sonríes...
Es como perder sabiendo que vas ganando.
Es como llegar primero y quedarte sin premio...
Tu sonrisa enamora. 
Tus sentidos enriquecen tu propia mente...
que usas para enseñarme
todo aquello que me cuesta aprender
por mí mismo.

Ojalá antes de morir pueda despedirme de ti.
Ojalá antes de morir... sigas viviendo para siempre.



Lorenzo López