Lectura de Elena

Lectura de Elena
lectura de Elena

jueves, 27 de septiembre de 2018

Pecados capitales (2ª parte)

ENVIDIA:    
      
Aunque parece una marca comercial, no lo es. Se dice del que quiere lo que tiene otro. Celoso con medalla. Del que desea bienes materiales incontroladamente. Aquí colocaría a los usuarios de las opacas, que en cuanto uno fue a por aspirinas con su black, el resto querían comprar la farmacia. Por decirlo así.

SOBERBIA:

O sea. Un buen ejemplo puede ser cuando a falta de unos meses para elecciones, del tipo que sean, a estos des la un poco lo mismo, se enfrentan con otros candidatos. Se chulean como gallitos agilipollados haber quien la tiene más grande. Cada uno se auto valora mejor que nadie y colocándose un sobresaliente en su frente (parte frontal de la cabeza que les protege esa mierda que tienen por cerebro) se condecoran así mismos como el salvador que mejorará lo que nadie ha sabido mejorar. Que harán que todo funcione como tiene que ser. Incluso se atreven sin bacilar, ladran mentiras que disfrazan de promesas, con tecnicismos que es posible que simplemente lean sin saber su significado.

AVARICIA:

Esta, creo que con diferencia, es la peor de todas. La puede hundir desde una sola persona, hasta un país entero. No sé cuántos miles de corruptos hay realmente. Bueno, ni yo ni nadie, porque salen como los granos en la pubertad. Dígase del quiero más de lo que pueda abarcar, ya buscaré sitio donde ponerlo. En bolsas de basura como hacían en el ayuntamiento de Málaga. En fondos de armarios. Ingresando efectivo en cuentas ajenas, mientras la titular canta que te canta. Transfiriendo cifras a Suiza y otros paraísos, con más ceros que las notas de EGB de Jesulín. Recolectando pasta gansa, parné, pavos, plata, guita… llámalo como quieras, pero al final nos lo joden por todos lados. Con facturas más falsas que las promesas de hacer dieta de Homer Simpson. Con presupuestos de “escándalo” (nada que ver con lo que forma Rafael cantando) para obras ridículas. Construcciones absurdas por las que nos hacen creer insistentemente que vale lo pagado. No se lo traga nadie. Aeropuertos que no han tenido ni un solo vuelo (podían habérselo dicho al Willi monago Fog, quizá les hubiera hecho el cupo.

Todos y cada uno de estos pecados capitales tienen en común el vicio por algo. Y si a eso le sumas un atajo de indeseables con acceso ilimitado para delinquir legalmente, ya nos cagamos todos.

Es injustamente injusto, que la justicia no pueda justificar como estos corruptos se deshacen de pruebas y tapan una cantidad de mierda, que si fueran cerdos, podrían nadar en ella más años que los que lleva Jordi Hurtado haciendo su programa en la 2.

Justamente nos falta un justiciero justo. Me da igual si lleva coleta, bragas de esparto, carmín en su sonrisa, mierda en las tripas o se la pela con la mano tonta. Pero que le ponga un par y limpie de escoria un país que nuestros abuelos y más, han luchado por dejarnos entero y llano.

Joder me dado cuenta que quizá hoy no provocaré muchas sonrisas, lo que seguro que quizá provoque es que alguno se dé por aludido y desee cagarse en alguien.

El lavabo al fondo a la izquierda…



Lorenzo López.