Lectura de Elena

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jueves, 28 de mayo de 2015

Y se me ocurre...

Joder… bueno, que ahora mismo me quedado en blanco. Voy a dar una vuelta a ver si me inspiro. (Sobre lo de joder, sí se me ocurren cosas…  pero las escribiré en otro momento).

Tic tac tic tac… ostia se me ha ocurrido una cosa que creo que puede ser muy apropiada para el momento.

Estos últimos días, tras saltar, perdón, tras votar… (en que estaría yo pensando…) es que con tanta plaza nueva, me emociono y… A lo que iba, tranquilos que este iba no es un impuesto… El lío está liado, el “desliador” que lo deslíe… espero que no se líe con algo peor.

Había otra vez el chico de los pantalones azules. Más reservado que los papeles de los sobresueldos de la sexagenaria y pico. Siempre inmaculado, ordenado y trabajador. Sus métodos ingeniosos, perfectamente podrían ser  la envidia de L. da Vinci. Exquisito de paladar…, tanto que el jurado de Marterchef y el propio Chicote, se enzarzan por el deseo de tenerlo en sus degustaciones. Este último, el gran Chicote… creo que pujaría más que otros, ya que seguro que así, donde él no pueda o quiera ir… (Tailandia, por ejemplo) el de los pantalones azules le hacia las tareas presenciales en degustaciones.

Se me ocurre otro tipo interesante. Se trata de un varón, que ahora mismo está más perdido que Bárcenas en la oficina del INEM. Con mala percha y con un vestuario aburrido, tanto, que tiene menos combinaciones buenas que la euromillones. Un tipo más soso que dibujar el aire. Porque se puede ser raro y gilipollas, diferente dentro de lo absurdo, o un ilusionista que sueña con ser el inventor del agujero de los donuts. Hasta voy a llegar, porque cosas se me ocurren, y muchas, si las escribiera, tendría que terminar promocionándolo para pódium en la 1 categoría de idiota del año. Cada uno que piense en quien podría ser… la resulta de vuestra decisión la podéis hacer en el apartado de comentarios… o no. Porque parece fácil, pero hay tanto idiota donde escoger, que la cosa se complica.

También hay algo más. En esta ocasión no se me ocurre, sino que se me escurre. Sí, sí, se me escurre de una manera literal, desde mi cerebro hasta tocarme los huevos.

Se trata de los nuevos anuncios de marcas conocidas, que van más allá, NO…, se van a tomar por culo no donde. Porque quieren vendernos los mismos productos en envases dorados, GOLD diciendo que son mejores y más sanos que nunca. (Aquí entraría la pregunta lógica…) ¿Y qué nos estaban vendiendo antes? Pero no, ya la hice en su día. Ahora voy a ser más incisivo. ¿Realmente nos están vendiendo los envases, o el producto? 
Porque si es el envase, podremos ir a las tiendas donde compran GOLD y a ver cuánto nos dan. Lo que pasa es que encima de vendernos la misma crema para la piel, la misma margarina, el mismo detergente o suavizante, el mismo e idéntico actimel, (con la misma cantidad de L casei… supongo, unos 10 millones mal contados), quitamanchas… que no valen para cualquier mancha, etc, etc… resulta que el envase sigue valiendo lo mismo que si fuera azul botella… Nada. 

Y aquí en cuando se me ocurre aquello de… Aunque la mona se vista de seda… mona se queda.


Lorenzo López