Sin descanso, sin llamar… se coló
aquel beso tuyo por entre mis labios sigilosamente, y aunque me di cuenta, no
quise reaccionar, preferí cerrar los ojos y saborear todo aquel cúmulo de
sabores y aromas que penetraron dentro de mi boca y se esparcieron por todo mi
cuerpo.
Y sólo se me ocurre explicarlo de
esta manera…
El beso que me diste tan intenso y tan sentido. Aún deambula por mi cuerpo. Recorre todos y cada uno de sus
rincones como si buscara poder volver a tus labios de nuevo. Arremete contra mi
corazón haciéndolo latir de forma inusual, sólo porque desea encontrarte. Embiste
mis cuerdas vocales esperando un sonido por leve que sea, que le pueda dar una
nota de aquella sinfonía que tanto te gusta que te susurre cuando estamos
juntos.
Ese beso que sin pausa alguna
sube hasta mis mejillas para ponerlas coloradas y va bajando hasta mi pecho,
donde se detiene a palpitar estrepitosamente. Se revuelve y sigue bajando hasta
llegar a las manos, recorriendo cada uno de los dedos que noches antes
acariciaron tus labios rosados. Caricias que eran como dibujos en el aire, como
figuras invisibles que sin descanso se desvanecían una tras otra sin dejar
rastro alguno de aquel momento tan sutil y sinuoso. Como loco de atar, gira
alrededor de la cintura un sinfín de veces…y gira y gira buscando aquellas
mariposas que suelen revolotear por allí, cuando una está enamorada.
Ese beso que se desliza hasta
llegar a los pies, como pidiendo que le marque los pasos que anduvo hasta
conseguir llegar hasta donde se encuentren tus labios. Yo no diría
desesperación, diría pasión con mayúsculas. Diría locura de estimar, diría
querer más. Diría que si un beso busca tus labios, no es para volver adonde
vino, sino para repetir la experiencia de colarse donde se coló y seducir una y
mil veces más aquel mismo cuerpo como si no lo hubiese hecho nunca. Como si fuera
la primera vez que lo recorría. Como si fuera la primera vez de todo. Incluso
en besarte.
Porque decir te quiero con un beso, es lo más extraordinario que alguien pueda
experimentar jamás. Y sentir con ese beso que te quieren… es algo maravilloso.
Si no lo has probado, pruébalo!!!
Y si ya lo has hecho…qué coño!!! Repitelo tantas veces como puedas, eso sí,
siempre que empieces de nuevo, hazlo como si fuera la primera vez que besas.
Lorenzo López