Lectura de Elena

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jueves, 5 de febrero de 2015

Ponerse a dieta...

Quien coño inventaría los bollos, el pan con nocilla, los pasteles, el beicon y el chorizo, la panceta, los bocatas de lo que sea, los polvorones, la cerveza y los pinchos, el cocido… joder, porque gracias a ellos alguien inventó las dietas.

Y las basculas… quien las inventó… Que mala ostia que tienen algunos.

Y es que hay cosas que son absurdas. Como tomar cinco raciones de fruta al día. Hay días que necesitamos que las manzanas sean como sandías, porque si no, pasamos mucha hambre. Y qué decir de la raciones de verdura… joder, que hay que pesarlas antes de hervir o después, porque no pesan igual. Y además parece ser que la patata va aparte. Porque lleva fécula y los hidratos de carbono hay que controlarlos. Haber, yo cuando oigo esto de los hidratos de carbono, me recuerda cuando iba al cole, coño, a las clases de física y todo eso rollo, que ahora parece ser que no tiene nada que ver… en fin.

La ingesta de pan es otra cosa que no termino de entender. Si tan bueno es y ha sido, que hasta Jesucristo lo multiplicó, (por cierto nunca supe por cuanto) como si fuera un puto mago. Y también multiplicó los peces por el infinito, igual a ¿delfín…? No entiendo por qué cuando haces dieta te dicen, sobre todo máximo 100 gramos de pan al día. Coño, si compro un bollo de 100 gramos al día, me sale muy caro. Que no lo entiendo… porque, que pasa que los hace el osito del Bimbo. Además otro problema de comprar bollos de 100 gramos es que invitan por sí solos que hacerte un bocata… o dos, o tres… porque como son pequeños, y tras comerte uno, pues… ya puestos. Y como estés sólo en casa que no te vea nadie, la ostia vamos. Tiembla Nutella... 

Y hablando de cuentas, una cosa que no multiplicó el mago de Nazaret fue el vino. ¿Os lo habéis preguntado alguna vez? Yo no, simplemente lo he pensado. Porque creo que ese truco seguro que no se lo hubieran perdonado ni el tercer día…

Otra cosa que jode y mucho, es la leche desnatada. Si la normal ya lleva agua, imagínate. Hasta pienso que la semidesnatada la hacen para que la gente se pase a la desnatada poco a poco. Y los yogures… madre mía. Si los viera mi abuela, a los del danone los ponía de cara la pared tras ponerles el culo colorado. Es que son malos de cojones. Eso sí, algunos les ponen sabores para disimular. Al final es el mismo pegote pero de otro color. La risa me da cuando veo los desnatados con + calcio. A ver, si la leche ya no tiene mucho calcio y encima le pones agua, aún tendrá menos. Pues a los yogures les pasa los mismo, coño.

Ejemplo claro. Los curas añaden un chorro largo de vino en el cáliz y apenas unas gotitas de agua. ¿Por qué? Porque no quieren joder el vino. Pues lo mismo con la leche, si le pones agua ya no es leche… es caca de la vaca.

Hay que beber dos litros de agua al día. Dicen. Creo que es lo mejor de una dieta, el agua. Ahora bien. Dos litros que hay que beber, más el agua de los putos yogures y la de la leche desnatada, la de las verduras, la de la fruta… joder, si al final no me extraña que el 70% de nuestro cuerpo sea agua… y luego todo esto es una rueda. Escasez de agua. La culpa no es de estar diez minutos más bajo la ducha. Ni por lavarte las manos después de mear. Nada de eso.  Son los espabilaos de la lecheras que nos la tiñen de blanco y nos la venden a precio de pura leche de vaca gallega, con más calcio que nunca y vitaminas, y omega 3, y no sé cuántas cosas más pueden tener las vacas gallegas.

En el caso de la mayoría de lecheras, la proporción leche/agua es contraria a la que usan los curas, vino/agua. La cantidad de vino es equivalente a la de agua y la de agua a la de leche. Apenas unas gotitas…

Hacer dieta es una putada, pierdes peso, eso sí. Pero ganas una mala ostia del copón. Porque resulta que para hacer dieta, tienes que comer cinco veces al día. Esto ya es para mear y no echar gota. Haber, comes cinco veces al día y pasas hambre. Y resulta que cuando comías tres veces al día, los pantalones te quedaban justos, tanto que en ocasiones no podías abrocharte el botón y le hacías un agujero más al cinturón… Y te tirabas unos pedos de concurso. No lo entiendo.

Del cole recuerdo que los profes insistían en que teníamos que usar la lógica. Pues bien. Si comes tres veces tendrías que tener más hambre que si comes cinco. Los expertos juran que no, que con el tiempo el estómago se va encogiendo y tienes menos apetito. Y digo, todo lo que sube, baja. Todo lo que se estira, se encoge. Todo lo que entra… ¿sale?, pues en este caso no estoy de acuerdo. Porque si te comes un chuletón de 750 gramos, (descontado el hueso) y media barra de pan tostadito con medio litro de vino… que pasa, que cuando vas al escusado a cagar, sale el pan con el vino y el chuletón en la misma proporción que lo comiste… Pues va a ser que no, que sale menos cantidad. Porque algo se queda dentro para engordarnos. ¿No? Con lo cual eso de que todo lo que entra, sale, en este caso no es cierto. Lo único que te queda intacto y fuera... es el hueso.

Pero bueno, hay cosas tan ilógicas… como seguir permitiendo que se fabrique la bollería industrial que es lo más parecido a un veneno legal. Donde la lista de ingredientes empieza por colorantes, estabilizantes, azúcar, aromas, grasas saturadas… y así un sinfín de porquerías tras unos puntos suspensivos… que no leemos, la mayoría de veces para no arrepentirnos. Y deberíamos leerlo… y arrepentirnos.

Ahora que recuerdo, voy a tomar unos vasos de agua antes de la cena. Para comer menos y mear más. 

Mierda de dieta…



Lorenzo López

PD: que nadie se ofenda... el humor es bueno para la salud,tanto como una dieta equilibrada.