Lectura de Elena

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jueves, 23 de abril de 2015

Cuando se desayuna mentira, se cena avaricia

Estamos rodeados de personajes, que no son personas. De tipos irreales que sueñan con seguir amasando fortuna sin importarles a quien le subastan el almuerzo. Tipejos que su máximo positivo, se concentra en unas cuentas privadas… privadas para todo el mundo, incluso para quienes se ganan la vida investigando el blanqueo de capitales, (y no me refiero a pintar Málaga), las estafas, y cientos de trapicheos que solos no podrían lograr. Siempre hay alguien que calla, firma o hace la vista demasiado gorda, (para esto ni el Afflelou).

Seguimos donando dinero para combatir el hambre de las personas de todo el mundo. Incluido el nuestro. Niños mal nutridos mientras otros pagan un Maître para que le pele la langosta. Y puestos… una puta para que le pele lo que no suena. Niegan descaradamente haber estado presentes en lugares donde han sido grabados, o en hoteles donde han firmado la estancia de una o varias noches a más de 600 o 700 euros cada una, y por individuo o “miembra”.  Como algunas incultas pronuncian esta u otras palabras, que parece más un arrebato de sinceridad que un error. Confundir sanear con saquear, es como errar diciendo... querer a tus semejantes y/o desearles la muerte

Aquello que todos hemos oído o dicho, en más de una ocasión… santa rita, (la del caloret) lo que da no se quita…  Coño rita, hasta una persona menos consciente que tú, sabría distinguir entre un dicho popular y una puta costumbre, la de hacer lo que quieras acogiéndote al refrán. Es que es de ser inútiles…eh? Y sumamos y sumamos y sigue y sigue…, y la lista es tan larga, que si fuera la de “Schindler” tendrían que hacer una saga de por lo menos mil largometrajes para que salieran todos.

Aquello del ladrón de guante blanco, ya pasó a la historia… ahora ni siquiera se lavan las manos después de mear. Comen con desdén sabiendo que otros darían media vida por rebañar sus sobras. Nos miran como si no tuviéramos derecho a sonreír. Como si fuera insuficiente todo lo que aportamos para su vida de ostento y lujuria, de la cual se llevarán a la tumba, no mucho más de lo que cualquiera de nosotros nos “podemos” llevar.

Creo que a la gran mayoría nos asusta más lo que nos espera, que lo que han hecho hasta ahora. Nos preocupa demasiado como tapar el fondo de nuestro plato, más que de qué llenarlo. Nos inquieta enormemente la falta de consideración que nos tienen. Es como si supiéramos sus mentiras de antemano. Como esa corazonada que nos golpea, para que nos demos cuenta que algo se está cociendo en casa del mal cocinero y nos lo tendremos que comer por cojones.

No hay nadie capaz de parar, frenar u ordenar esta puta agonía que nos están haciendo tragar a la fuerza. Coño, que parece más fácil vivir en la cárcel que sobrevivir fuera. Que llega un punto en que no hay casi diferencia, vamos. Los buenos estamos rodeados de tipos sin escrúpulos que nos engañan, y nos recortan más que el Cordobés. Que juegan con nuestras lágrimas a ver quién cuenta más, mientras nos caen mejilla abajo.  Que presumen de promesas que no van a cumplir y ni siquiera cruzan los dedos. (cabrones...) Tipos que se mofan de todo y de todos. Algunos con la cultura justa que dan unas sumas, para controlar el saldo de sus cuentas, y sus libretas preferidas, las del banco. Irritantes y maleducados, absurdos personajes que no saben dirigirse ni ellos mismos. Unos patriotas estúpidos que falcan las esquinas del país con pedazos de nuestro esfuerzo diario. Irreverentes donde los haya, descarados por derecho, enfermos de un sistema que sólo les protege a ellos y a los suyos sin vara de medir. Para el resto existen prohibiciones sacadas de la manga como el peor de los magos. Al que se le ve antes el truco que el final del acto. Es como si nuestra vida fuera una baraja de cartas, y ellos los crupieres barajando nuestras cartas boca arriba, y repartiendo al antojo de su beneficio propio. Las bajas para el pueblo, excepto el as y las altas, sota, caballo y rey…. (con presupuesto incluido) que aún sin terminar la mano, ya estamos crucificados por al menos cuatro anos… bueno, cuatro años, la cuestión es que nos dan por el culo de todas formas.

La tortilla de patata (la española de toda vida), el sol, el jabugo, la cervecita, la barriguita, los pinchos y las tapas, el descaro andaluz, el buen humor, la gracia castiza, la gastronomía, el nací en el mediterráneo, els caragols a la llauna, la siesta, el aceite de oliva virgen, la fresa de Huelva, el tomate de Murcia, la horchata, el marisco del norte, el pa amb tomàquet, los juegos olímpicos BCN '92, la constitución, el euro, la UE, las vacaciones en Mallorca, en Peñiscola, en Benidor, en Torremolinos, las almejas de carril, los caldos de la Rioja, de castilla la mancha, de la Ribera…, la juerga, el mus, el cinquillo, la butifarra… los domingos a misa, el partido del sábado a la 22.00h, nuestros primeros besos, aquel baile donde rozarse era para ponerse colorado. En fin, miles y miles de cosas que hicieron que España fuera única. Con paisajes insólitos y monumentos de interés internacional que forman parte del patrimonio de la humanidad…  ¡CUIDADO con esto último...! patrimonio de la HUMANIDAD. He buscado el significado de esta palabra, y en uno de los resultados es “sensibilidad, compasión, bondad hacia los semejantes” y es lo que precisamente falta en este país, indistintamente del color y la forma del logo que usan para cubrirse.

Hemos sido referencia en muchos sentidos. Tenemos universidades de prestigio en todo el territorio. Una de las bibliotecas más importantes del país, la BNE en Alcalá de Henares. Tenemos catedrales milenarias, monasterios con una historia en su haber que podría ilustrar al mundo entero. La catedral de Burgos, la Sagrada Familia, la Básilica del Pilar, La Seu Vella, el Faro de Vigo, el monasterio de Leyre, etc. etc… Nos baña un Atlántico estupendo que nos abastece de unos pescados y mariscos excelentes. Y como no, un Mediterráneo espectacular que nos regala unas Costas lindas de verdad y llenas de sensaciones, como las que escribe y comparte nuestro siempre querido Joan Manuel Serrat. Podemos presumir de tener escritores célebres que cualquiera con una cultura media, envidia por doquier. Machado, Pío Baroja, García Lorca, Cervantes, Unamuno, Lope de Vega, Valle Inclán o Galdós, Martí i Pol, Azorín, Bécquer, Joan Margarit, Alberti, Gongóra o Zorrila, Espronceda o el mismísimo Juan Goytisolo, premiado con un Cervantes, máximo galardón de las letras en lengua Castellana, ahí es nada, por ser uno de los mejores narradores de la generación del medio siglo. Y todo esto no lo perdemos apresuradamente por estar más pendientes de haber por donde nos aprietan… por donde nos mechan, como a los pavos.

Me siento avergonzado de tener lo que tenemos y casi que no nos permitan disfrutarlo. Hoy en día es más sencillo adquirir un permiso de armas, que una beca de estudios. Incluso una entrada de museo es más cara que un paquete de cigarrillos. Donde una botella de licor suena mejor que unos versos de García Lorca. Donde elevan los importes de las matriculas de universidades, de los libros y otros utensilios para la educación, poniendo así muchas trabas para que nuestros sucesores prosperen. Donde la vergüenza se convierte en alma inculta a través del descarado ministro de cultura inculto y enrevesado. Tipo que pide respeto a los estudiantes, cuando dudo de si sabe que significa. Me avergüenza pensar que nuestros mayores sudaron las gotas más gordas que jamás sudará nadie, y que no está sirviendo para nada. Ver como lo pisotean y les da igual todo a cambio de un buen puñado de euros. Destruyen más que construyen. Engañan más que “el sigue probando” y mienten más que hablan. 
Me apena ver como son capaces de saquear un país entero destruyendo parte del pasado y pronosticando un futuro menos bueno que una loto sin sellar.

Me gustaría hacerles una pregunta. ¿Cuánto vale nuestra historia y nuestro esfuerzo? Creo que ellos, los miembros y miembras, ya les pusieron precio en su día, pero sin tener en cuenta su VALOR.


Lorenzo López.