Lectura de Elena

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jueves, 20 de noviembre de 2014

Los 7 Capitales

Quizá alguno piense que voy a darle una lección de economía. Tranquilos que no es así. Sé lo justo. Que 2 y 2 son 4. Que 1 más 1 no siempre son 2 y creo que tres por culo daban 21.

Quiero tratar de ajustar lo máximo posible, teniendo en cuenta la situación actual, los siete pecados capitales a todo lo que está pasando. Si alguno necesita bostezar, toser, ir a por agua y tirarse un pedete por el camino, rascarse allí… donde le pique, o santiguarse, que lo haga, no pasa nada. Si estéis con la novia, en público o en lugar profano y tenéis una birra fresquita…entonces nada de agua, lo de más, depende de la confianza.

Me tomo la libertad de empezar por lo que yo considero de menos a más. O sea del menos malo al peor. Y quizá cuando termine, ya veré si tengo que arrepentirme de estar bebiendo agua en lugar de una birrita fría.

PEREZA:

Considero que el más “leve”, entre comillas. Algunos diréis que es muy mala porque es cosa de vagos, gandules, holgazanes…etc.

Un gandul o vago, es al que le gustaría tener mando a distancia hasta para abrir cuando le llaman al timbre, ese entra dentro del pecado capital pereza. Pero ahora bien. Aún lo es más, y con MAYÚSCULAS, el que no hace ni el huevo cuando muchos dependemos de que mueva su culo. Ese tío que está donde no tendría que estar y sigue ahí porque tiene unos cojones como los melones BOLLO. Ese tío que es lo más parecido a las máquinas de sacar muñecos de los bares. Que te hartas de meter pasta en su monedero y jamás te da nada a cambio. Bueno, en las máquinas por lo menos suena una cancioncilla, que aunque te jode, por lo menos mueves la cabeza con ritmo.

Esos tipos a los que la pereza les hace menos eficaces que ir de caza con un mondadientes, son a los que me gustaría que  sus mentes se cautivaran por esa misma pereza y sufrir en su propio día a día lo que muchos no podemos, por derecho, disfrutar por su culpa.

LUJURIA:

Dígase del que hace del sexo un abuso desconsiderado. Quizá algunos obispos u otros comulgadores con sotana, creyentes y practicantes de un testamento que han ido tejiendo a su medida, y siempre “presuntamente”, enganchados a este pecado nos lo podrían explicar mejor.

GULA:

No me refiero a la del norte. Me refiero a comer en exceso, a veces por desorden y otras muy ordenadamente por capricho. Aquí podríamos encajar perfectamente a varios triperos de la política. Tipos que se pasan las normas, leyes y juramentos por el forro de los huevos. Triperos de cuchillo y 5 tenedores (que les clavaría sin dudar en las manos cuando pagan esos manjares con nuestro dinero); les diría que el derecho a alimentarse no se lo negamos, pero sí me niego rotundamente, a que los demás tengamos que utilizar un plato cada vez más pequeño, para que nos parezca que se llena como antes.

Que la acidez se apodere de sus estómagos eternamente. Amen.

IRA:

Dícese del cabreo sobrenatural que estos días un hombre, según una señorita canaria, ha estado vomitando en varias ruedas de prensa. Haciendo al pueblo culpable de pedirle explicaciones por lo adeudado y no anotado en el haber de las cuentas públicas.

Otro irascible de los cojones, con un “Grau” de impertinencia y chulería abusadora, nos mostró hace poco sus encantos en una rueda de prensa, porque le dio la gana, en la que pronunció miles de palabras salidas del diablo que lleva dentro, sin cordura, sin lógica y con menos argumento que un anuncio de la Esteban.

Otra forma de definir la ira, y esta creo que con tanto fundamento como la cocina de Arguiñado, es la del pueblo, que por cojones, tiene que aguantar carros, carretas y carretones, y todos, todos bien cargados y cuesta abajo. 

ENVIDIA: 
         
Aunque parece una marca comercial, no lo es. Se dice del que quiere lo que tiene otro. Celoso con medalla. Del que desea bienes materiales incontroladamente para lucir por igual. Aquí colocaría a los usuarios de las opacas, que en cuanto uno fue a por aspirinas con su black, el resto querían comprar la farmacia. Por decirlo así.

SOBERBIA:

Un buen ejemplo puede ser cuando a falta de unos meses para elecciones del tipo que sean, a estos les la un poco lo mismo, se enfrentan con otros candidatos. Se chulean como gallitos agilipollados haber quien la tiene más grande. Cada uno se auto valora mejor que nadie y colocándose un sobresaliente en su frente (parte frontal de la cabeza que les protege esa mierda que tienen por cerebro) se condecoran así mismos como el salvador que mejorará lo que nadie ha sabido mejorar. Que harán que todo funcione como tiene que ser. Incluso se atreven sin vacilar a ladrar mentiras que disfrazan de promesas, con tecnicismos que es posible que simplemente lean sin saber su significado ni contexto. 

AVARICIA:

Esta, creo que con diferencia, es la peor de todas. La que puede hundir desde a una sola persona, hasta un país entero. No sé cuántos miles de corruptos hay realmente. Bueno, ni yo ni nadie, porque salen como los granos en la pubertad. Dígase del quiero más de lo que pueda abarcar, ya buscaré sitio donde ponerlo. En bolsas de basura como hacían en el ayuntamiento de Marbella. En fondos de armarios. Ingresando efectivo en cuentas ajenas, mientras la titular canta que te canta. Transfiriendo cifras a Suiza y otros paraísos, con más ceros que las notas de EGB de Jesulín. Recolectando pasta gansa, parné, pavos, plata, guita… llámalo como quieras, pero al final nos lo joden por todos lados. Con facturas más falsas que las promesas de hacer dieta de Homer Simpson. Con presupuestos de “escándalo” (nada que ver con lo que forma Rafael cantando) para obras ridículas. Construcciones absurdas por las que nos hacen creer insistentemente que vale lo pagado. No se lo traga nadie. Aeropuertos que no han tenido ni un solo vuelo (podían habérselo dicho al Willi monago Fog), quizá les hubiera hecho el cupo.

Todos y cada uno de estos pecados capitales tienen en común el vicio por algo. Y si a eso le sumas un atajo de indeseables con acceso ilimitado para delinquir legalmente, ya nos cagamos todos.

Es injustamente injusto, que la justicia no pueda justificar como estos corruptos se deshacen de pruebas y tapan una cantidad de mierda, que si fueran cerdos, podrían nadar en ella más años que los que lleva Jordi Hurtado haciendo su programa en la 2.

Justamente nos falta un justiciero justo. Me da igual si lleva coleta, bragas de esparto, carmín en su sonrisa, mierda en las tripas o se la pela con la mano tonta. Pero que le ponga un par y limpie de escoria un país que nuestros abuelos y otros, lucharon por dejarnos entero y llano.

Joder, me he dado cuenta que quizá hoy no provocaré muchas sonrisas, lo que seguro que quizá provoque, es que alguno se dé por aludido y desee cagarse en alguien...

El lavabo al fondo a la izquierda gracias.



Lorenzo López.