Lectura de Elena

Lectura de Elena
lectura de Elena

jueves, 22 de diciembre de 2016

El gordo nos pone a dieta

Hoy es un buen día para explicar cómo es que un gordo nos pone a dieta.

Eso ocurre cada año sin falta. A pesar de que tenemos la experiencia para tener en cuenta que nos puede suceder nuevamente, nos volvemos gilipollas o algo así, y seguimos con esa tradición que ésta, sí que vuelve por navidad.

Entre todos los gastos que una persona pueda tener por estas fechas, siempre tiene recursos para adquirir varios décimos de lotería con la esperanza de que le toque algo. Y hasta ahí estoy totalmente de acuerdo… la ilusión por las cosas que nos hacen feliz, aunque sea unos días, merece mucho la pena.

Todos y cada uno que tenemos décimos, queremos lo mismo. Que nos toque el premio mayor. Por supuesto que sí.

La cuestión es que cuando empieza el sorteo y salen pedreas, seguimos teniendo esperanzas de que nos puede tocar algo bueno o muy bueno. Cuando sale un quinto, y no es el nuestro, pensamos… bueno es que yo quiero más que un puto quinto premio. Luego sale en cuarto y tampoco es el nuestro… luego el tercer premio… ahí ya pensamos… mierda. pero seguimos creyendo que el nuestro será el premio gordo. Una hora más tarde sale el primer premio, el gordo, y tampoco es el que nosotros llevamos. Entonces sí. Entonces pensamos… venga que con el segundo me conformo. Y rezamos hasta lo que no sabemos, inventándonos oraciones que jamás se han escrito, ni siquiera en las cuevas de los trogloditas.  

Unos minutos más tarde escuchamos que cantan el segundo premio… y aunque no queremos, acabamos mirando y vemos que no es el nuestro. Ahí, en ese jodido instante, sólo nos cabe pensar que aún tenemos que mirar la puta pedrea porque quizá tengamos alguna cosila que rascar.

Recordáis el titulo? EL GORDO QUE NOS PONE A DIETA.

Pues ni más ni menos, me quiero referir a que hacemos de las nuestras para conseguir números que 
nos parecen mejores. Números que creemos que tienen más posibilidades de salir. Números que discurrimos como si nadie más los pudiera pensar. Números que para nosotros son exclusivos. Pues a tomar por el culo, porque toca donde toca y a quien toca. Así que lo único que nos toca es pensar que… un año más, el gordo nos pone dieta. Porque tras tirar todos los décimos y participaciones, y haber contado cuanto nos hemos gastado en ellos, empezamos a pensar en cómo recuperar lo perdido. 
Y no se nos ocurre otra cosa que empezar a pensar en cómo hacerlo. Entonces nos ponemos a dieta.
No salimos tanto. En lugar de quedar tres findes al mes, quedamos como mucho dos. En lugar de ir a la pelu cada semana, nos teñimos en casa. En lugar de desayunar en el bar, nos llevamos el bocata (y pequeño) En lugar de ir a comprar unas bambas nuevas, buscamos unas retro por casa (lo retro siempre está de moda, y sale barato) Aprovechamos las sobras de carne para hacernos un arroz. Nos comemos los yogures caducados. Con el pan duro hacemos migas o lo mojamos en la sopa. Cuando vamos al super buscamos las ofertas como quien busca agua en un desierto. Recogemos en la calle, aquel puto céntimo que antes no cogíamos por vergüenza. Llenamos más las lavadoras. Hasta hay gente que sale a correr despacio para sudar poco y así no tener que ducharse. Incluso los hay que antes de que el medio limón que tenemos todos en la nevera se ponga feo del todo, se hacen un té y lo aprovechan. Aquellas natillas que ya tienen esa capita por encima que la hacen un poco desagradable… pues se la quitamos y la aprovechamos cuando viene un invitado sin avisar. (ale, pa que no venga más)

Cualquier cosa por remendar las pérdidas del gasto de la lotería.

Y sí, es así de claro, en este caso es “el gordo que nos pone a dieta

Espero que el niño, no sea muy rebelde y les dé un respiro a aquellos que quieran repetir experiencia, 
y después seguir la misma dieta del 22.


Feliz navidad a todos… Sin excepción!!!



Lorenzo López