Muy querida
Elena. Antes de seguir, quiero mandarte todo mi apoyo y mi cariño.
Tras escuchar
el audio que me has mandado sobre las pruebas que te han hecho esta mañana, me
ha hecho poner de mal humor. Parece que no pinta bien, y me enfurece cada vez
que lo pienso. Sé que decirte que esperar al informe definitivo, no cambiará
nada, pero sinceramente no se me ocurre nada más.
En momentos
como este, la impotencia por no poder dar algo más para ayudarte, me absorbe completamente.
Te conocí de casualidad, pero todo ese cariño incondicional que me has
demostrado y ese sentimiento tan profundo que fluye por tu cuerpo, que se
refleja en tu sonrisa y que entregas en cada caricia, en cada gesto…
Sinceramente
pienso que la vida tendría que tener un botón con el que parar enfermedades
como la tuya, porque tienes tanto derecho a la vida como cualquier otra
persona.
Quizá tus ojos
te impidan verme, pero sé que me sientes, igual que sientes aquellas cosas que,
a pesar de que jamás las hayas visto, eres capaz de imaginar, de ponerles
color, forma, textura, pasión…
Si usará papel,
como hacía en mis primeras cartas, hoy no sólo recibirías estas letras, te
llegarían docenas de lágrimas mezcladas entre los sentimientos en forma de
palabras para ti.
Siempre estaré
a tu lado para todo lo que necesites…hasta el último segundo de tu vida, estaré
para ti.
Sinceramente te
quiere...
Lorenzo López.