Como bien reza el dicho de los amantes de Teruel… tonto ella, tonto él.
Creo que no hay un tiempo
concreto para salir antes de afianzar una relación. Creo que cada persona es un
mundo y creo también, y al 100%, que lo principal es la sinceridad para tener confianza. Si la
sinceridad es escasa, la confianza inicial que se genera, se pierde en el
transcurso del tiempo. Cada vez que una pareja queda para salir, la confianza
se merma un poco más. Y tras unos meses…3, 4, 8, 12, o los que sean, la pareja
comparte piso y, en ese momento se inicia la cuenta atrás para el desastre. Desastre
evitable si desde un principio cada una de las partes es sincera con la otra.
Relaciones las hay de muchos
tipos. De amistad, de compañeros, de conocidos, de novios…pero una destaca
entre todas, y es la de follamigos/as.
Esta palabra es una forma de decir… quedamos para follar… me parece de las más
sinceras. Porque desde un principio se deja claro el motivo de la relación… nos
hacemos amigos para follar, y cuando nos cansemos cada uno por lado. Ahí está,
con dos cojones. Sí señor.
Personalmente lo que no soporto,
es intentar una relación omitiendo cosas que pueden ser claves para mantener
dicha relación firme y llena de armonía. La felicidad, la pasión y la ilusión
del uno por el otro (y aquí entran ambos
sexos…) depende de la sinceridad, la confianza y la libertad, tanto de la
pareja en sí, como de forma individual. Porque lo hermoso de la relación es
darse a conocer tal y como es uno. Sin guardar cosas para el futuro… (que puede que por ese mismo motivo,
precisamente no haya futuro)
No es lo mismo que un chico le
pregunte a una chica por lo que más le gusta y, tras sus respuestas, él diga
que le parece bien y que precisamente le gusta lo mismo. Ahí, muchos la cagan,
porque aseguran que les gusta hasta el ídolo de la chica. Que puede ser desde
un peluche, hasta el guaperas cachitas de un equipo de fútbol, que quizá no sea
de tu equipo favorito. También puede ser un cantante al que no hayas escuchado
nunca…etc., etc., etc. El caso puede ocurrir a viceversa… Un puto desastre
vamos…
Está visto que no todo funciona como uno/a desea. Pero en muchas ocasiones provocamos ese mal rollo desde el principio, y
si empezamos mal…la cosa termina peor de lo uno/a se puede imaginar.
Todo el mundo, sea fémina o
varón, come, bebe, ama, ríe, caga, se tira pedos… y es por esos motivos por los
que esconder tal y como es uno en realidad, el empiece de una relación cojea hasta
que se desmorona. Intentar gustar a alguien por el físico, cuando no valoras la
lectura, el cine, el baile o cualquier otro ocio cultural, no sirve de nada. La
sabiduría de una persona se hace grande y se afianza con el tiempo. El físico,
precisamente se merma en esa misma cantidad de tiempo.
Por eso creo que la mejor forma
para saber si estás enamorado/a de otra persona, es sentir esas mariposas en el
estómago mirándole a los ojos, que siempre están en la cara, justo encima de la
nariz, igual que los tuyos.
Por eso a ella le diría más o
menos así. Nunca te enamores de unos músculos, ni de unos abdominales, y muchos
menos de unos brazos enormes… que no sabes si sólo sirven para levantar pesas o
si también sabrán acariciarte y abrazarte. Provoca que su corazón reaccione hincando
tus ojos en los suyos. Cuanto más tiempo aguante su mirada fija a la tuya, más
seguridad de éxito para vuestra relación.
Para ellos, les diría algo así.
Nunca te enamores de un culo por su forma, recuerda que como el tuyo también
caga y se tira pedos. Tampoco lo hagas de un escote enorme, y en ese caso
concreto, asegúrate que bajo esas enormes tetas hay un corazón aproximadamente
del tamaño de una de ellas, y que esté dispuesto a amarte y desearte por
encima de otras cosas. Mírala a los ojos. Haz que tu sinceridad penetre a
través de los suyos hasta acariciar su alma, y que sienta esas mismas mariposas
que sientes tú.
Creo que esas son a groso modo, las
mejores opciones para empezar bien una relación. Para sentirte bien y que él o
ella se sienta igual que tú. Desde luego que hay otras formas, pero insisto que
la sinceridad es el ingrediente principal de la receta para un empiece óptimo.
Deja de lado la vergüenza, piensa
que buscas a alguien para que forme parte de tu vida, y la mejor forma es que
te conozca tal y como eres, y viceversa. Omitir cosas es como echar gasolina en
una hoguera… el fuego acabará por consumirlo todo.
Para todos los enamorados de sus
parejas y para los que siguen buscando su otro calcetín naranja, o sea, su
media naranja, vamos. Les deseo un buen día de San Valentín. Sonreír,
respetaros y sinceraros mucho, mucho… la felicidad viene justo detrás.
Que el amor os acompañe siempre.
Lorenzo López