Las cagadas afloran como setas en
el monte por estas fechas. Para recogerlas ahora, no es cuestión de usar este
tipo de recipiente. Basta con tener una cara más dura que los bizcochos de la
abuela del 8º D, y una sin vergüenza sin etiquetas ni reservas. Una mala
postura ante el más grande de los espejos llamado Europa. Con la “desfachatez” del no sé, o ahora este tema
no corresponde (porque no tengo ni idea
de que pie va con cada zapato). Vivimos rodeados de inútiles y ese es el
gran problema de un país. Cualquiera de nuestras abuelas, hubiera sido capaz de
gestionar la economía de este mismo, y todos sabemos que hubiese sobrado dinero
y comida. Igual que cuando vamos los domingos a comer con nuestra mamá, que te
vas comido y con un par de tuppers llenos.
Es como si te pican los huevos y
te rascas la nariz.
La capacidad del orinal es
proporcional al tamaño. Resumiendo, que coge lo que cabe y cuando hay más
contenido que capacidad se desborda. Y entonces la mierda fluye a sus anchas y
se cuela por cualquier sitio. La física elemental dice que un objeto no puede
ocupar al mismo tiempo el lugar de otro. O sea que si llanas un orinal de
falsas promesas, las buenas no van a caber. Y sólo salen a la luz cuando el
recipiente se vuelca. Lo malo de todo esto que nos toca pisarla a los de a pie.
Nos toca confiar y nos obligamos a creer en lo menos malo, porque lo bueno,
bueno no se paga con dinero, se paga con tiempo, y eso significa perder la vida
para ganar libertad. Eso significa que cuando nace una persona, no sabemos el
futuro que tendrá. Eso significa que cuando tienes una enfermedad, no sabes si
podrás curarte con seguridad. Eso, señoras
y señores políticos, significa que cuando el hambre nos llama a la puerta,
y lo más blando que tienes son las lágrimas, desearías invitar a cualquiera del
partido que sea a llorar con uno frente a la familia de ambos. Eso es la cruda
realidad, eso acurre en pleno siglo XXI. Donde es más fácil mandar un cohete al
espacio. O donde es fácil mandar una nave espacial a la luna o a marte para
investigar nuevas formas de vida, cuando aquí no se resuelve la nuestra. Donde
es más sencillo mirar hacia otro lado mientras ocurren cosas malas a la gente
buena. No señores, no. La vida es un derecho de todos, y como seres humanos
merecemos la oportunidad de enmendar nuestros errores, igual que ustedes. Como todos,
tienen el beneficio de la duda y como no, también la obligación de solucionar
sus errores.
Quisiera terminar añadiendo algo
que todos sabemos. La falta de inteligencia, cortesía, atención y decoro,
seriedad, respeto y cordura, amabilidad, ingenio, honradez, compasión, astucia,
humildad, sencillez y rapidez, con la que últimamente nos despachan. Tenemos que
escuchar como un periodista le da respuesta a su propia pregunta, porque el que
la tendría que saber hace siempre la misma cara de pasota. Como de que eso no
va con él, como que a él le han escrito (alguien no mucho más listo que él
mismo) unas notas que debe leer. Alguien que salió de detrás de un plasma para
que… es que no se me ocurre ni una mentirijilla.
Podría decirse que salió para hacernos creer, que si se nos ponía en frente le
creeríamos más. ERROR, ha perdido más puntos que la Volkswagen.
Este escrito no es para sonreír,
pero deseo que llegue hasta lo más profundo de la conciencia y del corazón de
aquellos que deberían hacer simplemente, las cosas bien hechas.
Lorenzo López