Cuando sigues las pistas
correctas llegas a un lugar incorrecto. Cuando las pistas con incorrectas te
pierdes.
Hay muchos caminos que llevan a
Roma, que son los mimos por donde volver a casa. Y yendo y viviendo, escuché
una historia que voy a compartir con ustedes.
Unos chicos habían quedado para
montar una fiesta en casa de Cloë. En un principio todo parecía normal. Una
buena fiesta con amigos y conocidos. Gente guapa con la que te movías
habitualmente y coincidías en otros muchos sitios, restaurantes, cafés, bodas
de familiares, comuniones, pubs, y hasta en algún funeral.
La cosas pintaba bien y todos
tenían un ilusión común por que empezara aquella fiesta. Sólo faltaban 4 días.
Cloë anunció todos los asistentes a su fiesta tenían que cumplir una condición
de obligado cumplimiento. Absolutamente todos tenían que asistir con pajarita,
los hombres de color negro azabache y las mujeres de color rojo carmesí. La mayoría
no puso problemas ni objeciones. Los pocos que lo hicieron tenían que elegir
entre asistir a la fiesta de Cloë o buscarse otro lugar donde divertirse. Cloë
hubo puesto una fecha límite para que confirmaran la asistencia a su fiesta. 24
horas antes del día de la fiesta. La fiesta era el día 9 de enero a las 18
horas en punto. Aunque Cloë les había citado 30 minutos antes del empiece.
Cloë había conseguido un grupo de
amigos y amigas para que le ayudaran con las compras de bebidas como vino,
cava, refrescos y mucha, mucha cerveza. Por supuesto diferentes tipos de comida,
postres, licores y café, infusiones y también mucho helado de distintos
sabores. A ella le molaba el de nata y chocolate. Decía que le excitaba mucho
cuando rozaba su piel con la cuchara
fría mientras comía helado. No faltaron adornos de varias formas y tipos. Elegantes
donde los hubiera, pero sobre todo con mucho colorido y divertidos.
Dos días antes del inicio de la
fiesta, que duraría 28 horas seguidas (Cloë cumplía 28 añor), ya se estaban
poniendo los adornos y habilitando zonas para almacenar las provisiones. Hasta había
alquilado un frigorífico/congelador industrial para poner la bebida, los
licores, el hilo, postres varios y los helados. A falta de un día para comenzar el fiestón, Cloë
atendió los mensajes que confirmarían la asistencia de los invitados. Prácticamente
todos, salvo Toni y Luisa, que al final les había surgido un imprevisto. El total
de invitados era de 23 confirmados. Todos los demás había dicho que si venían a
la fiesta. Pero Cloë se encontró con que todos hacían la misma pregunta, cosa
que ya esperaba. Ella les puso la condición de que todos tenían que asistir con
pajarita, y los invitados preguntaban si a parte de ese complemento, deberían
vestir traje, ropa informal, etc… Cloë les dijo podéis venir vestidos como
queráis, pero sobre todo que no se os olvide la pajarita.
Por fin llegó el momento,
faltaban 20 minutos para empezar la fiesta y los invitados iban llegando uno
tras otro. Según la lista de Cloë sólo quedaban por llegar cinco invitados y 8
minutos para la previa a la fiesta. En apenas 7 ya estaban todos dispuestos en
la gran sala que la anfitriona había habilitado para la recepción de los
invitados. Al fondo de aquel gran salón estaba Cloë que vestía una bata de
terciopelo verde botella, y que sujetaba un micro donde con su índice daba pequeños
golpecitos comprobando que funcionara bien. Al final se escuchó su voz
diciendo.
Bienvenidos todos a mi casa y a
mi fiesta. Sois mis invitados y deseo que disfrutéis mucho de todo lo que encontréis
aquí. Hay bebidas de todo tipo, comida muy variada, postres, distintas clases de
cerveza, de vino, de cava y de licores… y mucho helados para todos. Sólo me
falta aclarar dos cosas. Nadie debería salir de esta casa en 28 horas, el que
tenga la necesidad de hacerlo por el motivo que sea, podrá salir, pero no podrá
volver a entrar. Lo otro es el tema de la pajarita. Quedan 14 minutos para que
empiece oficialmente mi fiesta que es vuestra fiesta y todos tenemos que vestir
con la pajarita y nada más.
En aquel gran salón se escuchó un
grandísimo ooohhhh!!! Entonces Cloë se deshizo el nudo de su aterciopelada bata
verde y la dejó caer allí mismo. En su cuello destacaba una pajarita roja carmesí
perfectamente colocada. El resto de cuerpo se podía contemplar completamente
desnudo. Algunos de los invitados ya habían empezado a despojarse de sus ropas
sin más, otros eran un poco más tímidos, aunque se fueron animando. Apenas
faltaban unos segundos para las 18 horas y todos estaban como vivieron al
mundo. En pelotas. Eso sí, los hombres con sus pajaritas azabache y las mujeres
con sus pajaritas carmesí. Era realmente auténtico, diferente y pero elegante a
la vez. Tras la posición donde se encontraba Cloë, había unos baldes llenos de
hielo y botellas de cava bien frío, y un par de mesas con un montón de copas
apiladas a punto de ser llenadas para el primer brindis de inauguración de la
fiesta de Cloë.
Cuando todos y todas tuvieron sus
copas llenas, Cloë quiso decir unas palabras. Los invitados a tendían en
silencio.
Amigos y amigas, queridos todos y
bienvenidos a mi fiesta. Deseo que lo paséis de puta madre con la mejor música variada que sonará de manera
fluida y sin pausas. Quiero que os divirtáis y disfrutéis como nunca.
Así que comed, bebed, reíd,
bailad y follad todo lo que os pida vuestro cuerpo
**********************!!!!!!!! QUE EMPIECE LA FIESTA !!!!!!!!***********************
Lorenzo López