APELLIDOS: ¿Catalanes o Vascos?
DIRECCIÓN: ¿Dónde usted me diga?
TELÉFONO DE CONTACTO: En la
sección de clasificados del periódico.
OBJETIVO: Un curro guapo con
secretaria, bien pagado y con muchas vacaciones.
ESTUDIOS: Si, lo tengo todo
estudiado y sé lo que quiero.
Describa su EXPERIENCIA:
A ver como se lo explico. Una
tarde nací llorando como un desesperado porque un gilipollas me dio una hostia
en el culo. Eso, la verdad es que me marcó mucho. Cuando fui creciendo, me
enteré que no sólo los médicos te dan hostias, también las reparten los curas,
y encima tienes que callarte, porque recuerdo que rechisté y me hicieron rezar un
credo. Y yo no creía en esas cosas.
Cuando cumplí los dieciséis años, y con más granos en la cara que en una paella
para cien, salí de fiesta. Y entre usted y yo, llegué tan tarde a casa, que las
hostias que me dio el médico o el cura, eran un juego de críos. Me puse morado…
bueno, fue mi padre el que me puso morado. Creo que batió el record de tres
leches por segundo. Le llamaban Manoman.
Una mañana de un día que me
levanté pronto, salí a buscar trabajo.
En el primer sitio que pregunté
si necesitaban a alguien, me dijeron que sí, y me describieron el perfil que
andaban buscando. Yo por hacerles un favor les ayudé a buscarlo, pero jamás lo
encontré. De hecho no volví por allí, porque pensé que si el primer trabajo ya
lo había hecho bien, me iban a coger manía y al final tendría que plegar. Así
les hice el último favor.
La segunda vez que encontré un
anuncio, donde una empresa buscaba personal, me pitaron falta. Pasaron los
meses y me dio por probar algo nuevo, y me tiré a la piscina sin bañador.
Tampoco fue para tanto, si es cierto que tuve la sensación que la gente te mira
de forma rara, pero nada especial.
Tras un tiempo encontré un curso
de gestión de empresas, y pensé que
eso sería la solución. Ya me imaginaba yo gestionando un montón de empresas,
como los de panamá, o algo así, ya sabe
usted. Total que empecé el curso y los primeros días fueron muy bien. Me dieron
un montón de cosas. Un lápiz borrable. Una goma italiana. Tres bolígrafos, uno azul, uno rojo y uno negro. Una
libreta cuadriculada, que iba guay para jugar al “tocado y hundido”. Una carpeta con anillas, lástima que no me entraban las manos, sino hubiera hecho el cristo. También un paquete de folios
en blanco, que pensé, coño esto va en serio, aquí tengo que usar el boli negro para blanquear. Y por último un montón de fotocopias de cómo son las
empresas, cómo se crean y cómo se dirigen. Pero descubrí dos fallos que le dije
a la seño… no había dibujos y los agujeros estaban en el lado contrario a las
anillas de la carpeta. Cuando terminé el curso, que no dirigí bien, ni sabía cómo crear una empresa ni cómo gestionar
todas aquellas fotocopias, que al final pude poner en la carpeta, pero que me
costaban leer del revés.
Probé de apuntarme a una ETT
porque me sonaba de una peli que vi de pequeño, pero nada, ni sabiendo de qué
iba, les encajaba en sus ofertas. Yo
estoy seguro que fui “el día del
espectador…”
Y bueno de momento sigo buscando donde
encajarme laboralmente. Porque soy más listo que el hambre.
AFICIONES:
Pues le contaré que de
joven estuve aficionado al baloncesto, pero cuando empezaron a llamarlo básquet,
decidí cambiar de afición. Jugar en inglés no me molaba. Después me aficioné al
futbolín, pero me aburrí, no se podía ni fichar, ni comprar jugadores, ni hacer
cambios. Todo era demasiado fijo. Un rollo, vamos. Ahora mismo mi mayor afición
son las apuestas… y tengo que decir que me lo juego todo con usted.
OTROS:
Tengo carnet de conducir y coche propio. pero sabiendo el precio del combustible y las clavadas que meten en el taller por cualquier tontería, prefiero que me den coche de empresa y un tarjeta para repostar y gastos de comida y representación. Más que nada para ir acorde con usted en cuanto a la imagen de empresa de cara a los clientes.
Para terminar le ruego me tenga
en consideración, y cuando me pase el horario, me diga cuando le va mejor que
haga las vacaciones, más que nada para no coincidir con las suyas.
AVISO:
Me levanto a las once
de la mañana y hago siesta de tres a seis y media. Libro los fines de semana y
todos los festivos. Supongo que esto le
da una idea de cuándo debe llamarme. Tengo wassap, si no quiere hablar contigo.
Atentamente
atento a su llamada.
Enviando solicitud…
Lorenzo López