CARTA DE RECOMENDACIÓN
Lleida, 5 de septiembre
Estimado empresario.
Con esta, me dirijo a usted con
la intención de recomendar al portador de la misma, para cubrir, si fuese
necesario, un puesto de trabajo en su empresa.
Esta persona a la que recomiendo,
es un gran trabajador. Una persona muy constante y con una amplia capacidad
para desarrollar tareas en equipo. Posee una serie de habilidades innatas que
harán que se gane su entera confianza y desde luego, su satisfacción será
plena.
Otro punto muy interesante a
tener en cuenta, y se lo transmito desde mi propia experiencia, es la alta
responsabilidad y buenas formas que esta persona posee. La cordialidad con la
que trata a otras personas y el afán de superación, que hacen de él, más
persona si cabe. Apuntar también su ingeniosa capacidad para afrontar
situaciones de cierta dificultad y, la madurez con la que es capaz de prosperar
en ellas. Con capacidad de mando en un futuro.
Todo el tiempo que ha trascurrido
bajo mi responsabilidad y organización, ha sido intachable. Y es por eso que me
dirijo a quien proceda, para que tenga en cuenta a la persona portadora de la
presenta carta de recomendación, y la contemple en forma y trato de una manera
especial.
Para cualquier otro particular,
quedo a su entera disposición para las cuestiones que le inquieten, derivadas sobre
las referencias de esta persona a la que le recomiendo sin duda alguna.
Cordialmente le saluda
El director general.
-LA RESPUESTA
Lleida, 11 de septiembre
Estimado director general
Tras el recibo de su carta de
recomendación, lo primero es saludarle y agradecerle el interés que me entrega
en su escrito para mi bien.
Me resulta fácil, por decirlo
así, cubrir un puesto de trabajo en mi empresa, sabiendo que antes alguien de
su categoría, ha tratado con el empleado que se me ofrece para contratarlo
yo. Digo que es fácil, en el sentido más
amplio de la palabra, por el hecho de que no haría falta invertir tiempo en
hacer una entrevista como tal, y pasar directamente a recursos humanos para su
contratación.
Lo que me sorprende de todo este
montón de halagos y alabanzas sobre esta persona en cuestión, y no estoy
diciendo que no sea válido, es que lo ofrezca a otras empresas siendo tan bueno
en cuestión de aptitudes y constancia en sus funciones.
Me sorprende más aún, que sea
usted mismo el que emprenda la acción de recomendar escribiendo de su puño y
letra, una carta propia para la ocasión.
A todo esto, y como apuntó al pie
de su carta, le paso unas preguntas que verdaderamente no me inquietan a mí,
sino que creo que tendrían que inquietarle a usted.
¿Qué pensaría usted si alguien
con una gran empresa, como la suya, le recomienda a un ex trabajador?
¿Se preguntaría usted porque no
sigue trabajando esa persona en la empresa?
¿Lo contrataría sin más, por el
mero hecho de aportar unas recomendaciones de la competencia?
Y la última y no menos
importante… Ese futuro que menciona en el cual apuesta por la capacidad de su
ex empleado con dotes de mando… ¿se refiere a que piensa recuperarlo tras
formarse en otras empresas, o mejor dicho, en mi empresa?
Señor director general, no dudo
de la gran capacidad que posiblemente tenga el portador de su carta, pero sí
tengo muchas dudas de que sea usted honesto en este sinsentido por el cual me
ofrece a uno de sus mejores empleados.
Con la misma cordialidad le
devuelvo el saludo
En este caso, no me pongo a su
disposición, ni para que me responda las preguntas escritas más arriba, ni para
atender cualquier otra ocurrencia referida a este u otro tema similar.
Sin más… el jefe.
Lorenzo López.